(“¿De Nazaret puede salir algo de bueno?”

[Juan_1:46]). El Señor Jesús fue conocido como “el hijo del carpintero” (Mateo_13:55; Mar_6:3)



Free Shoutcast HostingRadio Stream Hosting

miércoles, 30 de enero de 2013

Despierta al futuro: Bebés abortados son cortados y vendidos a investig...

Despierta al futuro: Bebés abortados son cortados y vendidos a investig...: ¿Premio Nobel de la Paz? Ya lo creo… ¿Sabía usted que bebés abortados están siendo cortados y vendidos a investigadores médicos de todo Es...Rom 1:16
La buena noticia es poderosa
No me da vergüenza anunciar esta buena noticia. Gracias al poder de Dios, todos los que la escuchan y creen en Jesús son salvados; no importa si son judíos o no lo son.
Rom 1:17 La buena noticia nos enseña que Dios acepta a los que creen en Jesús. Como dice la Biblia: «Aquellos a quienes Dios ha aceptado, y confían en él, vivirán para siempre.»
Rom 1:18
Todos somos culpables
Pero hay gente malvada, la cual no deja que otros conozcan la verdad acerca de Dios. Y Dios, que vive en el cielo, está muy enojado con ellos.
Rom 1:19 Esa gente sabe todo lo que se puede saber acerca de Dios, pues Dios mismo se lo ha mostrado.
Rom 1:20 Por medio de lo que Dios ha creado, todos podemos conocerlo, y también podemos ver su poder. Así que esa gente no tiene excusa,
Rom 1:21 pues saben de Dios, pero no lo respetan ni le dan las gracias. No piensan más que en hacer lo malo y en puras tonterías.
Rom 1:22 Creen que lo saben todo, pero en realidad no saben nada.
Rom 1:23 En vez de adorar al único y poderoso Dios, que vive para siempre, adoran a ídolos que ellos mismos se han hecho: ídolos con forma de seres humanos, mortales al fin y al cabo, o con forma de pájaros, de animales de cuatro patas y de serpientes.
Rom 1:24 Por eso Dios los ha dejado hacer lo que quieran, y sus malos pensamientos los han llevado a hacer con sus cuerpos cosas vergonzosas.
Rom 1:25 En vez de adorar al Dios verdadero, adoran a dioses falsos; adoran las cosas que Dios ha creado, en vez de adorar al Dios que las creó y que merece ser adorado por siempre. Amén.
Rom 1:26 Por esa razón, Dios ha dejado que esa gente haga todo lo malo que quiera. Por ejemplo, entre ellos hay mujeres que no quieren tener relaciones sexuales con los hombres, sino con otras mujeres.
Rom 1:27 Y también hay hombres que se comportan de la misma manera, pues no volvieron a tener relaciones sexuales con sus mujeres, sino que se dejaron dominar por sus deseos de tener relaciones con otros hombres. De este modo, hicieron cosas vergonzosas los unos con los otros, y ahora sufren en carne propia el castigo que se buscaron.
Rom 1:28 Como no han querido tener en cuenta a Dios, Dios los ha dejado hacer todo lo malo que su mente inútil los lleva a hacer.
Rom 1:29 Son gente injusta, malvada y codiciosa. Son envidiosos, asesinos, peleadores, tramposos y chismosos.
Rom 1:30 Hablan mal de los demás, odian a Dios, son insolentes y orgullosos, y se creen muy importantes. Siempre están inventando nuevas maneras de hacer el mal, y no obedecen a sus padres.
Rom 1:31 No quieren entender la verdad, ni se puede confiar en ellos. No aman a nadie ni se compadecen de nadie.
Rom 1:32 Dios ya lo ha dicho, y ellos lo saben, que quienes hacen esto merecen la muerte. Y a pesar de eso, no sólo siguen haciéndolo, sino que felicitan a quienes también lo hacen.

Despierta al futuro: Bebés abortados son cortados y vendidos a investig...

Despierta al futuro: Bebés abortados son cortados y vendidos a investig...: ¿Premio Nobel de la Paz? Ya lo creo… ¿Sabía usted que bebés abortados están siendo cortados y vendidos a investigadores médicos de todo Es...Rom 1:16
La buena noticia es poderosa
No me da vergüenza anunciar esta buena noticia. Gracias al poder de Dios, todos los que la escuchan y creen en Jesús son salvados; no importa si son judíos o no lo son.
Rom 1:17 La buena noticia nos enseña que Dios acepta a los que creen en Jesús. Como dice la Biblia: «Aquellos a quienes Dios ha aceptado, y confían en él, vivirán para siempre.»
Rom 1:18
Todos somos culpables
Pero hay gente malvada, la cual no deja que otros conozcan la verdad acerca de Dios. Y Dios, que vive en el cielo, está muy enojado con ellos.
Rom 1:19 Esa gente sabe todo lo que se puede saber acerca de Dios, pues Dios mismo se lo ha mostrado.
Rom 1:20 Por medio de lo que Dios ha creado, todos podemos conocerlo, y también podemos ver su poder. Así que esa gente no tiene excusa,
Rom 1:21 pues saben de Dios, pero no lo respetan ni le dan las gracias. No piensan más que en hacer lo malo y en puras tonterías.
Rom 1:22 Creen que lo saben todo, pero en realidad no saben nada.
Rom 1:23 En vez de adorar al único y poderoso Dios, que vive para siempre, adoran a ídolos que ellos mismos se han hecho: ídolos con forma de seres humanos, mortales al fin y al cabo, o con forma de pájaros, de animales de cuatro patas y de serpientes.
Rom 1:24 Por eso Dios los ha dejado hacer lo que quieran, y sus malos pensamientos los han llevado a hacer con sus cuerpos cosas vergonzosas.
Rom 1:25 En vez de adorar al Dios verdadero, adoran a dioses falsos; adoran las cosas que Dios ha creado, en vez de adorar al Dios que las creó y que merece ser adorado por siempre. Amén.
Rom 1:26 Por esa razón, Dios ha dejado que esa gente haga todo lo malo que quiera. Por ejemplo, entre ellos hay mujeres que no quieren tener relaciones sexuales con los hombres, sino con otras mujeres.
Rom 1:27 Y también hay hombres que se comportan de la misma manera, pues no volvieron a tener relaciones sexuales con sus mujeres, sino que se dejaron dominar por sus deseos de tener relaciones con otros hombres. De este modo, hicieron cosas vergonzosas los unos con los otros, y ahora sufren en carne propia el castigo que se buscaron.
Rom 1:28 Como no han querido tener en cuenta a Dios, Dios los ha dejado hacer todo lo malo que su mente inútil los lleva a hacer.
Rom 1:29 Son gente injusta, malvada y codiciosa. Son envidiosos, asesinos, peleadores, tramposos y chismosos.
Rom 1:30 Hablan mal de los demás, odian a Dios, son insolentes y orgullosos, y se creen muy importantes. Siempre están inventando nuevas maneras de hacer el mal, y no obedecen a sus padres.
Rom 1:31 No quieren entender la verdad, ni se puede confiar en ellos. No aman a nadie ni se compadecen de nadie.
Rom 1:32 Dios ya lo ha dicho, y ellos lo saben, que quienes hacen esto merecen la muerte. Y a pesar de eso, no sólo siguen haciéndolo, sino que felicitan a quienes también lo hacen.

Despierta al futuro: Crece la Difusión de Pornografia Infantil y Los Ab...

Despierta al futuro: Crece la Difusión de Pornografia Infantil y Los Ab...: El secretario de Justicia de EE. UU., Erick Holder, denunció este lunes que la propagación de la pornografía infantil, la explotación de men..
.2Cr 7:14  si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.

whos.amung.us - dashboard » 3mslikgzrjbo

whos.amung.us - dashboard » 3mslikgzrjbo

Despierta al futuro: El Oso Ruso ha despertado

Despierta al futuro: El Oso Ruso ha despertado: Stevequayle´s.com La mayoría de los estadounidenses consideran hoy en día que los Estados Unidos son " la única superpotencia " - económic.


.
2Cr 7:14  si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
2Cr 7:15  Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar;
2Cr 7:16  porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre

Romanos 1:1-32 a 1.1-7 Las epístolas de Pablo siguen la costumbre antigua de comenzar con los nombres del remitente y del destinatario, dar un saludo y seguir con un párrafo de acción de gracias (como en Rom_1:8-15); véase Introducción a las epístolas. b 1.1 Evangelio: Véase Concordancia temática. c 1.2 Las santas Escrituras: esto es, lo que nosotros llamamos el AT; véase Hch_3:18 n. y cf. 1Co_15:3-5. d 1.2-5 Pablo intercala en su saludo un breve bosquejo del mensaje evangélico. e 1.3-4 La frase nuestro Señor Jesucristo, (o "Jesucristo es Señor") se halla en las más antiguas confesiones de fe; véase Jua_20:28 n. y cf. Hch_2:36; Rom_10:9; Flp_2:11. f 1.3-4 Pablo distingue en Jesucristo dos aspectos: como hombre, o según la carne, era descendiente del rey David y cumplía con las expectativas judías respecto al Mesías (cf. Mat_1:1; Luc_3:23-32); pero a partir de la resurrección empezó un nuevo modo de ser y de actuar: se convirtió en fuente de santificación para la humanidad, mediante el Espíritu Santo, y comenzó a ejercer los plenos poderes de Hijo de Dios (Hch_2:32-33). En lugar de según el Espíritu de santidad, también puede traducirse como espíritu santificador. g 1.5 Cf. Rom_16:26, donde la epístola termina con esta misma expresión; cf. también Heb_5:9; 1Pe_1:22. h 1.6-7 Llamados a ser santos: es decir, llamados a formar parte de su pueblo santo: Con esta expresión caracteriza Pablo con frecuencia a la iglesia, el pueblo llamado por Dios (cf. Rom_8:30), santificado en el nombre de Jesucristo y por el Espíritu Santo (cf. 1Co_6:11). i 1.8-15 Párrafo de acción de gracias, con una oración por los destinatarios (Rom_1:1-7 n.). Por mucho tiempo Pablo había deseado visitar Roma (Hch_19:21; Rom_15:22). Este deseo habría de cumplirse más tarde, cuando lo llevaron preso a esa ciudad (Hch_28:16-31; véase Rom_15:25-29 n.). j 1.14 A griegos y a no griegos: lit. a griegos y a bárbaros. Los griegos, al igual que los romanos, eran conocidos como gente civilizada; a los demás pueblos los consideraban incultos o bárbaros. k 1.16-11.36 Esta epístola contiene la más amplia exposición doctrinal de Pablo. Luego de mostrar cómo todos están bajo el dominio del pecado, tanto los gentiles (Rom_1:18-32) como los judíos (2.1-3.20), enseña cómo Dios ofrece a todas las personas el perdón por medio de Cristo (Rom_3:21-31), muestra la relación de esa acción salvadora de Dios con la promesa hecha a Abraham (Rom_4:1-25) y explica su sentido y consecuencias (5.1-8.39). l 1.16 1Co_1:18. m 1.16 Pablo menciona brevemente, en los v. 16-17, un tema que desarrollará con más amplitud en el resto de la epístola (cf. sobre todo 3.21-4.25). Para Pablo, "creer" incluye el hecho de que el ser humano acepta, con todo su ser, la iniciativa salvadora de Dios, realizada por medio de Jesucristo. Esta fe incluye la obediencia (v. 5), se muestra especialmente en las tribulaciones (2Ts_1:4) y es activa por medio del amor (Gál_5:6). Pablo opone con frecuencia esta fe a las obras humanas (cf. Rom_9:32) o a la Ley (cf. Rom_3:28), para indicar que el ser humano no puede alcanzar la salvación por sus propios méritos sino como un don de Dios, ofrecido a todos. Cf. Jua_3:15-16; Rom_10:9-13. n 1.16 Primeramente: Dios había dado a los judíos las promesas (cf. Hch_13:46; Rom_3:1-2; Rom_9:1-11.32). ñ 1.17 La justicia de Dios: Para expresar la obra salvadora de Dios por medio de Jesucristo, Pablo utiliza a veces palabras y conceptos relacionados con la justicia (justicia de Dios, hacer justo, etc.). Así designa la acción de Dios por la cual él declara al pecador y lo libra de los poderes del mal, colocándolo en una relación de amistad con él mismo y llamándolo a vivir una vida nueva, ya en el presente (cf. especialmente Rom_3:21-27; Rom_5:1-2; Rom_8:1-4). Cf. Rom_2:5-11. o 1.17 Rom_3:28; Gál_2:16, Gál_2:20. Por fe y para fe: lit. de fe a fe. Otras posibles traducciones: Es por fe, de principio a fin ; o una fe en continuo crecimiento. p 1.17 Hab_2:4, citado también en Gál_3:11; Heb_10:38. La cita también puede traducirse como El que por la fe es justo, vivirá. q 1.18 Efe_5:6; Col_3:6. r 1.19-20 Véase Rom_2:14-15 n. s 1.20 Cf. Sal_19:1-4. t 1.21 Efe_4:17-18. u 1.22 Sal_14:1; 1Co_1:20. v 1.23 Sal_106:20. w 1.24 Cf. Efe_4:19; 2Ts_2:10-12. x 1.25 La verdad de Dios por la mentira: Otra posible traducción: En lugar de seguir al Dios verdadero, han seguido a dioses falsos. y 1.25 Amén: palabra hebrea usada en el AT y en el culto judío especialmente para concluir y reafirmar una oración (cf. Sal_41:13; Sal_72:19; etc.); a veces se ha traducido al castellano por "así sea". Los cristianos de habla griega siguieron usándola en la misma forma y con igual sentido. Véase también 1Co_14:16 n., y cf. 2Co_1:20. z 1.27 1Co_6:9-10. a 1.29 En diversos ms. no aparece: fornicación. b 1.29-30 Diversos ms. dicen: malignidades, murmuradores 30 detractores. c 1.31 Este catálogo de vicios tiene sus paralelos en la literatura judía de la época e incluso en la no judía. Véase Vicios, Catálogos de en la Concordancia temática. d 1.24-32 Cf. Gál_5:19-21.It Is Well - Terry MacAlmon Oct/2011

TB Joshua en español - La necesidad de un mentor

2Cr 7:12  Y apareció Jehová a Salomón de noche, y le dijo: Yo he oído tu oración, y he elegido para mí este lugar por casa de sacrificio.
2Cr 7:13  Si yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; 
2Cr 7:14  si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. 
2Cr 7:15  Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar; 
2Cr 7:16  porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre

domingo, 27 de enero de 2013

Adam Ben Joshua Vamos Hay Que Subir

Sal 1:1  Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores, 
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 
Sal 1:2  Sino que en la ley de Jehová está su delicia, 
Y en su ley medita de día y de noche. 

YIYE AVILA PREDICANDO SOBRE =SANTIGO 5:14= (NUEVO)

Stg 5:14  ¿Está alguien entre ustedes enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor.
Stg 5:15  La oración de fe restaurará (sanará) al enfermo, y el Señor lo levantará. Si ha cometido pecados le serán perdonados. 
Stg 5:16  Por tanto, confiésense sus pecados unos a otros, y oren unos por otros para que sean sanados. La oración (súplica) eficaz del justo puede lograr mucho. 

Não há Outro igual / Ministração - Diante do Trono e Paul Wilbur

Juan
Juan fue uno de los primeros a ser incorporados en el grupo de discípulos y el último en dejar este mundo, partiendo a estar con el Señor a la edad madura de aproximadamente 100 años. Llegó a ser creyente bajo el ministerio de Juan el Bautista, y un discípulo cuando el Señor le llamó de su ocupación de pescador para ser “pescador de hombres”. Más adelante fue escogido como uno de los doce apóstoles; luego, a ser uno de los tres favorecidos que gozaban de una intimidad especial con su Maestro; y finalmente toma para sí el título del “discípulo a quien Jesús amaba”.
Sabemos que era un joven pescador galileo, probablemente de Betsaida o una de las aldeas adyacentes a las orillas del Galilea. Aquel lago era escenario de mucha actividad en aquellos días. Se dice que cuatro mil barcas surcaban la reducida superficie de unos veinticuatro kilómetros por trece, pero con todo la pesca abundaba. Esta industria dio lugar a otras afines; un escritor bien informado afirma que había nueve poblaciones por las orillas, cada una con una población promedia de quince mil personas.
Veamos primeramente los enlaces familiares de Juan. Sabemos que el nombre de su padre era Zebedeo; su hermano mayor, compañero inseparable en los primeros años, era Jacobo. Al comparar Mat_27:56 con Mar_15:40, entendemos que su madre era Salomé, y es importante recordar que Salomé era hermana de María, la virgen madre de Jesús. Esto quiere decir que Juan era primo hermano del Señor según la carne, y tal vez explica en parte la intimidad entre ellos.
Parece que la familia era razonablemente bien acomodada. Leemos de jornaleros en su barca, Mar_1:20, y es posible que Zebedeo haya poseída más de una. Sabemos poco de la vida de éste, salvo que estaba de acuerdo con el llamado que sus dos hijos recibieron cierto día. Dejaron su padre en aquella barca, y siguieron a Jesús, sin mención de algún reparo de parte del mayor.
Salomé era parte de aquella compañía de mujeres devotas que ministraban al Señor en Galilea, dejando sus respectivos hogares para seguirle hasta Jerusalén en su último viaje. Fueron testigos oculares de su muerte y adoradores ante la tumba la mañana de su resurrección. De que Salomé era una mujer de carácter fuerte, además de discípula ferviente, se sabe por la solicitud suya, hecha a los pies de Jesús, que sus hijos se sentaran a cada lado del Señor en su reino, Mat_20:20. Su petición fue inapropiada, pero por lo menos mostró el amor que tenía para el Señor, la certeza de su convicción de que Él va a reinar, y su concepto de qué sería un honor en aquel reino. 
Otro indicio de la posición social de la familia es que Juan poseía hogar propio en Jerusalén, Jua_19:27; sea propia o alquilada la casa, él pudo llevar la madre de Jesús a ese refugio. Parece que era bien conocido en la ciudad, ya que tenía derecho de entrada al palacio del sumo sacerdote, y probablemente fue el único discípulo permitido a entrar en el pretorio durante el juicio de su Señor. 
Se entiende que estaba más cerca de la cruz que cualquier otro discípulo, ya que afirma haber visto lo que ningún otro de ellos vio, hasta donde sabemos; a saber, el costado de Jesús penetrado por la espada de un soldado una vez que el Cristo había muerto,Jua_19:35.
Pasamos ahora a sus primeros años con el Maestro. Producto de aquel robusto pueblo galileo que guardaba mucha de la sencilla fe y firmeza de sus antepasados, fue atraído temprano en la vida por el denuedo de Juan el Bautista. Sospechamos que no pocas veces se ausentó de la pesca para acudir al desierto a escuchar las poderosas predicas del Precursor.
Llegó el día cuando en Betábara, “al otro lado del Jordán”, cuando vio el Bautista que venía a él Uno que el pescador no conocía, y Juan escuchó palabras que jamás olvidó: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Luego, el día siguiente Juan el Bautista le vio de nuevo. Mirando a Jesús, exclamó de modo de adoración, “He aquí el Cordero de Dios”.
Juan y Andrés le oyeron hablar, le dejaron y siguieron a Jesús. Conocieron al Señor cara a cara y se hospedaron con él el resto del día. Aquella entrevista nunca fue narrada; fue demasiado sagrada, demasiado impactante para decírsela a otros. Pero ha debido quedar impresa en la mente de Juan el resto de su vida, porque en el libro del Apocalipsis que Juan escribió cuando viejo, le describe como “un Cordero inmolado”, Apo_5:6. 
En aquellos primeros tiempos de su discipulado Juan y su hermano Jacobo fueron apellidados por el Señor Boanerges, “hijos del trueno”. Aparentemente eran jóvenes fervorosos, y de su celo contamos con dos ejemplos en Lucas capítulo 9. 
Fue Juan que protestó con vehemencia contra uno que echaba fuera demonios en nombre de Jesús, prohibiéndole, porque no seguía con los discípulos. Fue una manifestación de aquel espíritu sectario que todavía vemos a veces, no reconociendo nada de bueno en aquellos que no son de nuestro reducido círculo. La respuesta del Señor —“El que no es contra nosotros, por nosotros es”.— ha debido causar al discípulo no poca reflexión. 
El otro ejemplo figura más adelante en el mismo capítulo. Cuando los samaritanos de la aldea rehusaron hospitalidad al Maestro, Juan y Jacobo, indignados, querían invocar fuego del cielo. De nuevo el Señor reprende con firmeza y gentileza: “No sabéis de qué espíritu sois”. Juan aprendió la lección. Bajo el ministerio con gracia que el Señor realizó, se ablandó aquel celo que no siempre había venido acompañado de comprensión, hasta que en sus Epístolas le encontramos como el apóstol del amor. El amor en verdad y la verdad en amor sobresalen en todas tres epístolas.
Hemos notado que tomaba para sí, con modestia pero con satisfacción, la descripción de ser el apóstol a quien Jesús amaba. Parece que aun Pedro lo reconoció cuando le preguntó a Juan por señas en el aposento alto quién sería el traidor.
Esta maravillosa amistad entre Juan y su Señor tal vez se nota más en la última cena, Juan 13, y es por demás llamativa. Tengamos presente que el Señor y sus discípulos estaban acostados en sofás conforme a la costumbre, cada uno apoyado por su lado izquierdo, mirando a la mesa, su muñeca izquierda apoyando la cabeza. 
Aparentemente Juan estaba al lado derecho del Señor pero quería estar aun más cerca. Así, Simón Pedro le hizo señas para que Juan preguntara de quién Jesús estaba hablando. Recostado más de cerca, preguntó, “Señor, ¿quién es?” Fue un acto de familiaridad inusual pero de profunda reverencia.
Si hace falta otra evidencia de la intimidad entre Juan y su Señor, está en que éste, desde el árbol de la cruz, le encomendó a Juan el cuidado de su madre. Juan fue el último de los apóstoles en abandonar el Calvario y el primero a la tumba la mañana de resurrección. Si bien Juan ganó la carrera al huerto, Pedro le ganó posteriormente al nadar a la playa donde estaba el Maestro. Parece que estos dos hombres, de temperamentos tan diferentes, se acercaron más el uno al otro una vez que el Señor había ascendido.
Hay una sugerencia —y es solamente una sugerencia— en cuanto al porqué de este acercamiento. Posiblemente Juan se culpaba a sí mismo por haber llevado a Pedro al patio del sumo sacerdote, Juan 18.16, con buenas intenciones pero consecuencias tan funestas para este último. Da la impresión que Juan acudió a la casa de Pedro tan pronto que supo de la restauración de su hermano en la fe (o, quién sabe, tal vez aun antes), y le trajo a su propio hogar. Lo cierto es que estaban juntos cuando María Magdalena trajo las noticias del sepulcro vacío, Juan 20:2.
A primera vista es sorprendente que Juan figure poco en Hechos de los Apóstoles. Está mencionado solamente cinco veces, y siempre en relación con Pedro, en los capítulos 3 y 4. Puede haber dos razones. 
(1) Sabemos por la carta a los gálatas que era una de las columnas de la iglesia en Jerusalén. Este hecho por sí sólo limitaría su esfera de ministerio. 
(2) Tenemos que llevar en mente su deber sagrado de cuidar la madre del Señor, quien había sido encomendado a su atención, y otra vez esta responsabilidad ha podido circunscribir su radio de acción. Con todo, no puede haber duda de que estos años de aparente falta de actividad sirvieron para profundizar sus conocimientos y aptitud para días cruciales que iban a presentarse.
Una vez que Pedro y Pablo habían sido llamados a su descanso, Juan vuelve a prominencia. Desempeñó su obra mayormente en Asia, basándose en Éfeso. Las palabras de Apo_1:4 confirman lo dicho; las cartas a las siete iglesias le fueron encomendadas porque las conocía.
Con tan sólo haber escrito su Evangelio, sus tres epístolas y el Apocalipsis, Juan habría hecho mucho. Su Evangelio fue escrito muchos años después de los otros tres. Había vivido suficiente tiempo como para ver a la Iglesia perder mucha de su unidad y poder y ver el comienzo del insidioso gnosticismo, cuya enseñanza intenta contra la deidad eterna del Señor. 
El Evangelio según Juan es su convincente respuesta a ese error venenoso. Desde su apertura —que Agustín describió como un trueno celestial— “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”, hasta sus últimas palabras en el capítulo 20, Juan se manifiesta no sólo como sujeto a su Maestro, sino también con maestría en cuanto a su Sujeto.
Con una combinación de conocimiento sin par del Señor y lealtad personal a él, Juan escribe con tal certeza y convicción de la Persona gloriosa del Hijo de Dios que no tan sólo aplasta sus opositores gnósticos sino resuelve el asunto para siempre para todos los creyentes.
Sus Epístolas ofrecen para la vida diaria del creyente una aplicación excepcionalmente práctica de las verdades de su Evangelio, empleando como palabras clave la vida, la luz y el amor. Los había visto manifestados perfectamente en el Señor Jesús, y quiere verlos manifestados en su pueblo también.
Tengamos presente que su último libro —aquella maravillosa y a veces difícil Revelación— fue escrito durante un exilio. Hombre viejo que era, fue detenido por el emperador romano, probablemente Dominciano, y sujetado a labor forzosa en la solitaria isla de Patmos. Parece que la marcha de los años no había efectuado cambio en Juan, ya que los motivos de su destierro resultaron ser también los temas de su escrito: la Palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. 
Vio cosas maravillosas, pero ninguna que era de comparar con la visión del Señor a quien amaba y servía en Palestina décadas antes. Era diferente ahora, majestuoso en su gloria. Santo y amigo estrecho que era, Juan dice que cayó a sus pies como muerto al verlo. Luego el glorioso Señor puso su mano derecha sobre él y, hablando en voz como de muchas aguas, le aseguró: “No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos”.
Fortificado por aquella entrevista, Juan recibió su último manda-miento: “Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas”. Esto quería decir en efecto: “Dígales a mi pueblo en la tierra, que sufren y prosiguen, que tengo la situación de un todo bajo control, y pronto vendré por ellos”. Casi las últimas palabras que el Señor le habló a Juan, antes de mandarle a poner su plumilla a un lado para siempre, fueron: “He aquí, yo vengo pronto”, a las cuales Juan respondió de todo corazón; “Amen; sí, ven, Señor Jesús”.

Alegria/Com Alegria Cantai/Alegria(reprise)/Roni, Roni, Bat Zion - Diant...

Lucas
Se puede considerar a Lucas como el ideal del caballero cristiano. Una de las gracias sobresalientes de su vida es su negativa a promocionarse a sí mismo. Prefiere ser oído pero no visto, leído pero no conocido. En su Evangelio y en Hechos de los Apóstoles él ha sido escogido por el Espíritu de Dios a proporcionar uno de los aportes clave a las Escrituras del Nuevo Testamento, pero no menciona una sola vez su propio nombre. Se le nombra solamente tres veces, y es Pablo quien lo hace.
Col_4:14 hace saber que era médico por profesión, estimado por sus pacientes y sus hermanos. Parece que ejerció voluntariamente, y veremos en un momento por qué. En Flm_1:24 le encontramos en íntima asociación con Pablo, figurando como “colaborador”. No era ningún flojo uno que podía guardar el paso con el gran apóstol. Y, finalmente, en 2Ti_4:11 hay ese gran y emocionante tributo: “Sólo Lucas está conmigo”.
Si él es —como algunos creen— el hombre de 2Co_8:18, “el hermano cuya alabanza en el evangelio se oye por todas las iglesias”— y está descrito en el capítulo, junto con otros, como “mensajero de las iglesias, y gloria de Cristo”, hay una razón adicional para entender que era uno de los más conocidos y estimados de los creyentes primitivos, aun cuando huía de la publicidad.
Cuando está obligado a entrar en el relato misionero, en Hch_16:8-10, lo hace de una manera por demás recatada. Solamente por el cambio de pronombre de ellos a nosotros [suprimidos en el castellano; leemos “descendieron” y luego “procuramos”] podemos descubrir que se juntó con Pablo y otros antes del viaje a Troas, cuando se tomó la gran decisión de llevar el evangelio de Asia a Europa.
Hay una sugerencia que no admite dogmatismo pero parece probable. Sabemos que Pablo y sus compañeros llegaron a la provincia fronteriza de Misia y aparentemente pensaban girar hacia el este para entrar en Asia, pero “el Espíritu no se lo permitió”. Inciertos en cuanto a su rumbo, llegaron a Troas, al extremo norte de Mar Ageo, entre Europa y Asia. Se le mostró a Pablo una visión; un varón macedonio estaba rogándole a pasar a Macedonia “y ayudarnos”. La sugerencia es que ese varón era Lucas, quien había pasado a Troas para hacer este llamado. “En seguida”, relata, “procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba”. 
Si así fue, Dios había enviado la visión primeramente y luego el varón de la visión. Es de recordar que casi la misma cosa había sucedido en el caso de Pedro y Cornelio; Hechos 9. Se cree que Lucas era oriundo de Filipos, o que ejercía su profesión allí en aquellos años. Parece que antes él había escuchado la predicación de Pablo; posiblemente ahora viene a rogar que el apóstol evangelizara el continente oscuro de Europa.
A favor de esta sugerencia hay tres hechos. 
(1) Cuando Pablo y sus amigos navegaron a Europa, se dirigieron directamente a Filipos. No eran indecisos. 
(2) Segundo, Lucas parece haber tenido conocimiento de la ciudad. Dice que era la primera ciudad de la provincia de Macedonia y una colonia. Los ciudadanos se jactaban de que era colonia romana, ya que por esto era una Roma en miniatura, con privilegios y responsabilidades para sus ciudadanos romanos. En un principio los colonos eran sólo soldados veteranos, con tierra propia y con su propio senado y magistrados. 
(3) Lucas sabía que eran judíos acostumbrados a reunirse para la oración. No contaban con sinagoga, sino posiblemente una estructura provisional “junto al río”. Es probable que sólo un residente supiera esto.
Aquella reunión de oración fue asistida por damas no más, y los predicadores se sentaron y hablaron con las mujeres reunidas. La primera alma fue ganada para Cristo, y oportunamente muchos en adición al carcelero estaban preguntando qué deberían hacer para ser salvos. Una iglesia local fue constituida y a lo mejor los creyentes se reunían en casa de Lidia la comerciante. Desde luego, un evento como éste no puede suceder sin despertar oposición; los secuaces del diablo fueron despertados.
Cuando Pablo y sus colaboradores se marcharon hacia otras conquistas espirituales, Lucas se quedó en Filipos por quizás siete años más. Si ejercía medicina, no sabemos, aunque hubiera sido bueno hacerlo allí. Este pastor-médico nada nos dice de su labor, aunque la carta de Pablo a los filipenses nos hace pensar que logró mucho.
La próxima mención de Lucas en Hechos está en el Hch_20:6, donde figura de nuevo el plural: “Nosotros ... navegamos de Filipos …” De nuevo estaba con Pablo, éste enfermo. Leyendo en 2Co_11:23-33 de las experiencias que había vivido, esto no nos sorprende. 
Tal vez la peor de esas experiencias fue la de Listra, Hch_14:19-20, donde Pablo fue apedreado y luego arrastrado fuera de la ciudad bajo la creencia de que había muerto. Posible sea a esta ocasión que se refiere el apóstol en 2Co_12:2: “Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo”. Las fechas corresponden.  Parece no haber duda que aquel día él haya sufrido heridas de las cuales nunca se recuperó, y que Lucas se dio cuenta de que ese consiervo suyo requería atención continua.
Lucas asumió esta responsabilidad. Entendemos que se quedó al lado de Pablo en aquel último y memorable viaje que incluyó Cesarea, Jerusalén, el naufragio mediterráneo y la larga caminata hasta Roma. Entendemos también que se quedó con Pablo en Roma y en ambos encarcelamientos, ministrando a su cuerpo quebrantado, animándole con compañerismo espiritual y sin duda escuchando del apóstol los relatos que anotaría con sumo cuidado. 
La partida de su amigo más cercano ha debido ser un tremendo golpe para Lucas, pero uno que le condujo a entrar en otra fase de su servicio. Ahora estaba en condiciones de escribir su Evangelio y Hechos de los Apóstoles. En la introducción al Evangelio cuenta cómo fue que llegó a realizar esta labor: “Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido”.
Nada dice allí de haber sido inspirado por el Espíritu a escribir, pero sabemos que lo fue, y sabemos que hay un lado humano a la inspiración. Lucas percibió la necesidad de una relación acertada del nacimiento, vida, muerte y resurrección del Señor Jesús, y su bien es cierto que escribió mayormente para el beneficio de su amigo Teófilo y otros creyentes gentiles, su obra ha sido incorporada en el canon sagrado para formar parte de la herencia de la Iglesia a lo largo de las edades y el medio de salvación para muchos miles de almas. 
Dedicado él a su tarea, el Espíritu Santo se apoderó de su servidor, de manera que escribió precisamente lo que Dios quería. A la misma vez, Lucas se esmeró en ordenar su material y redactar el texto. Aseguradamente no se ha podido encontrar otro mejor para el proyecto. Era hombre preparado; se había dedicado a averiguar los hechos, especialmente de testigos oculares; y, tenía la capacidad de poner en orden la información relevante. Veamos tres ejemplos de esta atención a detalles:
•  “Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase 
de Abías;  su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet”,  Luc_1:5.
•  “Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, 
que todo el mundo —el mundo romano— fuese empadronado”,  Luc_2:1.
•  “En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea 
Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea ...”,  Luc_3:1. 
Se nota su orientación médica en la terminología que emplea. Al hablar de aquel que era cojo de nacimiento, dice en Hch_3:7 que se le afirmaron los pies, usando el griego básis que  no figura en otra parte del Testamento. Indica que el problema estaba en el tacón. También es de uso único tobillos en la misma oración. Al decir en  Hch_3:8 “saltando”, Lucas describe el hecho de que se encajó un hueso que había estado descoyuntado. Pero tal vez sea más llamativa la manera en que describe eventos relacionados con el embarazo de María y el nacimiento de Jesús. Solamente María ha podido divulgar estas intimidades. Además, ¿quién sino su propia madre ha podido atesorar aquello de un muchacho de doce años entre los maestros de la ley en el templo?
Solamente Lucas cuenta del hijo pródigo, el buen samaritano, el rico y Lázaro, el ladrón moribundo. Y, solamente él revela varios detalles de la postrimería de Jesús, su resurrección y su ascensión. Él tuvo la oportunidad de entrevistar no sólo la madre de Jesús sino también la mayoría de los apóstoles. Pedro, Pablo, Felipe (en cuya casa se hospedó), Mnason (“el discípulo antiguo” de Hch_21:16) — la lista de informantes es larga.
Y, por vez última encontramos sobreentendido el pronombre nosotros: “Cuando llegamos a Roma …” Con esto, un varón bueno y humilde se retira del escenario.

Baruch Haba [Blessed Is He Who Comes] - Diante do Trono e Paul Wilbur

  (A) Adorador de Dios y objeto de sus bendiciones. Éste era el sentido corriente entre los antiguos semitas. (B) Los «hijos de Dios» en Gén_6:1-2. Se han propuesto tres interpretaciones: (I) Los grandes, los nobles. Las «hijas de los hombres» serían mujeres de rango inferior (versión samaritana; trad. gr. de Símaco; Targumes de Onkelos y de Joathan). (II) Para otros expositores se trataría de ángeles que abandonaron su posición, y tomaron mujeres de los humanos (Libro de Enoc, Filón de Alejandría, Josefo, Justino Mártir, Clemente de Alejandría, Tertuliano). (III) Los hombres piadosos, especialmente los descendientes de Set, adoradores de Dios. Seducidos por la belleza de las mujeres que no pertenecían a su línea, se unieron a ellas, perdiendo su espiritualidad (interpretación ésta de Julián el Africano, Crisóstomo, Cirilo de Alejandría, Agustín de Hipona, Jerónimo). La interpretación (I) ha sido descartada. Argumentos en apoyo de (II): El término empleado designa asimismo a los ángeles en otros pasajes del AT (Job_1:6; Job_2:1; Job_38:7; cfr. una expresión semejante en Sal_29:1; Sal_89:7; es diferente en Dan_3:25). Se alega, además, que el término que significa ángel se relaciona con la naturaleza de estos «hijos de Dios», en tanto que el término «mal'akim», el término corrientemente usado, designa a mensajeros, y denota su ministerio. A este argumento se añaden los pasajes de Jud_1:6 y de 2Pe_2:4. Objeción: No está demostrado que el término en cuestión se refiera a la naturaleza de los ángeles; esta expresión puede también entenderse como descriptiva de los ángeles bajo su aspecto de adoradores de Dios. Se debería demostrar también que el pecado de los ángeles en Jud_1:6 fue el de tomar para sí a las «hijas de los hombres». A primera vista, parece más razonable la interpretación (III), por la que los «hijos de Dios» serían la línea piadosa de Set (cfr. Gén_4:26). Los hombres piadosos reciben el nombre de «generación de tus hijos» (esto es, hijos de Dios) (Sal_73:15). Y en Isa_43:6, se menciona a «mis hijos, y mis hijas» (esto es, hijos de Dios). También se objeta a la interpretación que identifica a los «hijos de Dios» con ángeles, que son espíritus, y que «los ángeles de Dios ni se casan ni se dan en casamiento» (cfr. Mat_22:30; Heb_1:14). Sin embargo, los proponentes de (II) argumentan que éstos no son ángeles obedientes a Dios, sino desobedientes, y que el abandono de su dignidad se refiere precisamente a haber cometido el acto de materialización y ayuntamiento con mujeres. El hecho de ser espíritus no les impediría necesariamente la materialización, si se asume que estos seres tienen gran poder. En la interpretación (II), estos ángeles forman un caso aparte dentro de los ángeles rebeldes, y están ya encarcelados, en tanto que hay otros en libertad, siguiendo y sirviendo a Satanás, y cuyo aprisionamiento en el gran abismo es aún futuro (cfr. Jud_1:6; Mar_8:29; Luc_8:30-31). La historia de la interpretación de este texto muestra a intérpretes eminentes alineados a ambos lados de la disputa, y se puede decir que la cuestión no está resuelta. Argumentan en favor de (II) expositores como Cassuto, Darby, Delitzsch, Jukes, Kelly, Morris, Unger, Yates; a favor de (III) se alinean nombres como Calvino, M. Henry, Candlish, Keil, Leupold, Sauer, Young. La posición (I) es mantenida por Kline. (Véase Bibliografía bajo GÉNESIS.) (C) Hijos de Dios, en el sentido del NT. Destacando la idea de la filiación, de la protección divina, y también de la obediencia, esta expresión toma, en la enseñanza del Señor Jesús, una extraordinaria amplitud. Proyectando una intensa luz sobre las verdades bosquejadas en el AT, el Señor revela que Dios viene a ser verdaderamente Padre de aquellos que aceptan el Evangelio, habiendo pasado por el nuevo nacimiento (Jua_3:3, Jua_3:5-6, Jua_3:8; cfr. Apo_11:11). Son engendrados por Dios (Jua_1:12-13; Jua_5:21; Efe_2:5; Stg_1:18; 1Pe_1:23); han sido hechos participantes de la naturaleza divina por la operación del Espíritu Santo que mora en ellos (Jua_6:48-51; Jua_15:4-5; 2Pe_1:4; 1Jn_3:9). La santidad, el amor, la separación del mundo, se hallan entre sus características (1Jn_3:9; 1Jn_4:7; 1Jn_5:4); aunque no llegan a la perfección final en esta escena terrenal (1Jn_1:10), Dios los ha adoptado como hijos (Gál_4:5); el Espíritu les enseña a decir «Abba, Padre» (Gál_4:6; Rom_8:15), y éste es el Espíritu que los guía (Rom_8:14). La humanidad se halla dividida entre los que son hijos de Dios (Jua_1:12) y los hijos de ira (Efe_2:3), sin Cristo, perdidos, y a los que se dirige el mensaje de amor y salvación (cfr. Efe_2:4-10). Hay una clase especial de hombres, los que se oponen activamente al Evangelio por un peculiar aborrecimiento contra Cristo, y que reciben el durísimo nombre de «hijos del diablo» (cfr. Jua_8:44). Y Cristo se ofreció a Sí mismo para ofrecer su salvación a todos los esclavos de Satanás, para que así puedan pasar, por la fe en Él, de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios (Hch_26:18). «Todo el que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios» (1Jn_5:1).

viernes, 25 de enero de 2013

SI PADRE ESCUCHA PADRE AMADO SI ESCUCHA TUS HIJOS PADRE AS JUSTICIA SI PADRE SOLO TU ERSS JUSTO SI PADRE SOLO TU ERES DIOS SANTO PADRE TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS PADRE SANTO HO SI PADRE SI PADRE AMADO SI OIGA ESTE CLAMOR SOLO USTED ESCUCHA LA ORACION DEL JUSTO SI PADRE SI PADRE SI OIGA ESTE CLAMOR SI MASHIA SAHIA SAHIA MASHIA MASHOJA SAHI A MASHIA AMSHOJA HASI PADRE SANTO SANTO SANTO PADRE ALELUYA SI PADREESTA AQUI SI PADRE DE LA GLORIA ESTAS AQUI GRACIAS POR ESTAR AQUI SI PADRE T ESTAS A QUI ..juan 3,16 ALELUYA Lean On Me

IMAGINO QUE TODO VA A CAMBIAR Y ASI SERA EL SEÑOR ESO QUIERE SI PADRE TU ESTAS AQUI SANTO DIOS SANTO SANTO SANTO ERES TU PADRE SANTO SANTO SANTO ERS TU DIOS SANTO PADRE DE LA GLORIA SI PADRE TU TRAES PAZ DEON NO LA HAY SI TU CAMBIARAS AL QUE ESTA CAIDO SI PADRE SI TU CAMIBAS TODO SI PADRE SOLO TU CAMBIAS LO CORAZONES SI PADRE SOLO TU CAMBIAS EL MUNDO ( SI PADRE DEJAMOS QUE NOS CAMBIES SOLO TU NOS CAMBIAS AYUDANOS SOLO TU PUEDES AYUDANOS ALELUYA SI PADRE ALELUYA SI PADRE SOLO TU PADRE ALELUYA SI PADRE SOLO TU PADRE ALELUYA ALELUYA SI PADRE ALELUYA SI PADRE ALELUYA SI TU ERS DIOS ALELUYA ALELUYA SI PADRE SOLO TU PUEDES SOLO TU ERS DIOS ETERNO ) JASHUAJ AH MASHIA ,,Juan3;16Kirk Franklin - Imagine Me

Yahweh by Tal & Acacia 720p.mov

YAHWEH ALELUYA SANTO SANTO  SANTO ERES TU SANTO PADRE SOLO TU ERES YAHWEH SANTO SANTO SANTO ERES TU SANTO PADRE ALELUYA SI PADRE ETERNO SANTO SANTO  SANTO ERES TU SANTO PADRE ALELUYA SI TU ERES DIOS ETERNO Y SANTO ..SI TU ERES DIOS SANTO SANTO  SANTO PADRE SOLO TU ERES EL ELOHIM SANTO SANTO SANTO  KADOSH .

ENTREGALE TU VIDA A CRISTO - JAIME MURRELL (música cristiana)

EL SEÑOR JESUCRISTO ES EL UNICO CAMINO LA VERDAD Y LA VIDA NADIE VA A PADRE SI NO ES POR MEDIO DE MI.
( Jesucristo ).
Juan 14;6
 LE OFRESCO LA MEJOR DE TODAS LA OFERTAS HOY ES GRATIS O GRATUITA )
Acepte a jesucristo ..
Amado Dios.
Acepto a Jesucristo; ahora mismo, como mi único y exclusivo Salvador. Te acepto Jesucristo Nazareth , públicamente. No me avergüenzo de ti  y si me ARREPIENTO .y  Perdona mis pecados por AMOR A ti  entra en mi corazón.
Cambia mi vida. Ayúdame a permanecer firme en Tu Camino, firme en la iglesia. Que sea bautizado y que sea lleno de tu Espíritu Santo. ¡¡Creo en ti Jesucristo , creo en ti Jesucristo! Y soy salvo; soy salvo ahora y tu Sangre que limpió mi pecado.
¡¡AMEN ..!!!!!!!!!!!!

jueves, 24 de enero de 2013

Mujeres de Hierro Pastora Ninozka de Ponce

Mar16:15  Y les dijo: “Vayan por todo el mundo y anuncien a todos la buena noticia.[h]
Mar 16:16  El que crea y sea bautizado, obtendrá la salvación; pero el que no crea, será condenado.[i] 
Mar 16:17  Y estas señales acompañarán a los que creen: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán nuevas lenguas;[j] 
Mar 16:18  tomarán en las manos serpientes; y si beben algo venenoso, no les hará daño; además pondrán las manos sobre los enfermos, y estos sanarán.”[k] 

miércoles, 23 de enero de 2013

EL PECADO DEL REY JOSIAS, predica el hermano YIYE AVILA

OBRAS
(acciones, hechos).

 El "creyente" es salvado gratis, por la fe, sin las obras, pero "para hacer buenas obras" así nos dice San Pablo en  Efe_2:8-10 : (¡muchos nunca leen el verso 10!).

 Todos hacemos cada día muchas "obras", buenas o malas: La grandeza del cristiano, es que es salvado gratis, por la fe, por la Sangre de Cristo, para vivir en Cristo, y que Cristo viva en él, y así poder hacer "obras buenas" . ¡Mas no yo, sino Cristo que vive en mí! Gal_2:20.

 Esto de "salvados" se presta a confusión: Somos "salvados" del pecado, del poder del demonio y de la muerte, y hechos "hijos de Dios". ¡pero no estamos en el Cielo!. hemos sido "salvados", hechos "hijos de Dios", para que hagamos obras buenas. si las hacemos malas, somos peores que un pagano, que no tiene tantas gracias como un cristiano. Por eso nos dice Pablo: Si tuviera tanta fe que moviera montanas, pero no tengo caridad, no soy nada: (1Co_13:2). Y el mismo Jesús nos dice que "muchos" dirán: ¿no profetizamos en tu nombre, e hicimos milagros y expulsamos demonios en tu nombre?. Y Jesus les dirá: Marchaos de mí, obradores de maldad, Mat_7:21-27). Y Santiago dice taxativamente que la fe, sin obras es fe muerta, es como un cadáver, es la fe del diablo, Stg_2:14-26.

 Lutero quería quitar de la Biblia esta carta de Santiago, pero, para quitar esa idea, tendría que deshacerse de toda la Biblia: He aquí sólo algunos ejemplos: Los "creyentes".

 - Son creados en Cristo, para hacer buenas obras, Efe_2:8-10 : (¡lea el 10!).

 - Exhortados a revestirse de obras, Col_3:12-14.

 - Están llenos de obras, Hec_9:36.

 - Seguidores de obras, Tit_2:14.

 - Deben ser perfectamente instruidos para buenas obras, 2Ti_3:17.

 - Deben ser ricos en obras, 1Ti_6:18
 - Sobresalir en obras, Tit_3:8-14.

 - Fecundos en obras, Col_1:10.

 - Perfectos en obras, Heb_13:21.

 - Abundar en obras, 2Co_9:8.

 - Seguidos a la tumba por sus obras, Rev_14:13.

 - Todo el Libro de los "Hechos", se llama así, porque son los "Hechos", las "Obras" de los primeros cristianos realizadas con el poder de Dios.

 - El Sermón de la Montaña de Mt.5,6 y 7, todo son "obras".

 - La Carta a los Romanos es la "Catedral de la fe" en los primeros 8 capítulos, pero es la "Catedral de las obras" en los 5 últimos, son como el "Sermón de la Montaña" de San Pablo.

 - La "Carta a los Gálatas" es la "carta de la libertad". la libertad y poder que tiene el cristiano para hacer el bien, y no hacer el ma: Los 3 primeros capítulos son todo "fe", porque es la base del cristianismo, del ser "hijos de Dios". pero los dos últimos son la "lucha del cristiano", y las obras buenas que tiene que hacer, si en verdad Cristo está en él, resumiendo Pablo toda la Biblia en Gal_5:14 en 8 palabras: Amarás a tu prójimo como a ti mismo; es el mismo resumen que hizo Jesús de toda la Biblia en Mat_7:12.

 - Lo mismo pasa con las cartas a los Efesios y Colosenses: La primera mitad son las maravillas y prerrogativas del ser cristiano. la segunda mitad, es la lucha y buenas obras que tiene que hacer el cristiano, con Cristo en su corazón, ¡el gran problema, es que muchos cristianos sólo leen la primera mitad de estas Epístolas!.

 Un Ejemplo: Un "Príncipe" lo es, no porque hiciera buenas obras, o fuera guapo, sino solo porque es hijo de su padre, que es Rey: Es príncipe gratis, de gracia, sin que él hiciera ninguna buena obra para serlo. pero una vez que es "Príncipe" tiene que hacer buenas obras, con las prerrogativas y facilidades que tiene, ¡y si hace malas obras, es peor que si no hubiera sido príncipe . porque todos se van a enterar!.

 Lo mismo pasa con el Cristiano: Lo es gratis, por gracia, por la fe en Jesucristo; ya es "salvado", ¡no confundas esta palabra!, es hecho "hijo de Dios!, es salvado del pecado, del demonio. pero es "salvado", hecho "hijo de Dios", para que haga buenas obras"; si con tantas gracias y prerrogativas, hace "malas obras", es peor que si fuera pagano.

 El Juicio Fina: En el momento de entrar al Cielo, Dios no nos preguntará si tuvimos fe, o si fuimos o no cristianos. nos tratará a todos sin "acepcion de personas", a todos por la misma medida, dice Pablo en Ro.2: 5-I1, nos medirá por las "obras" que hicimos, ¡a todos!, a cristianos, a judíos, a musulmanes, al chinito que nunca oyo hablar de Cristo, a Moisés, que nació antes de Cristo, ¡a todos!. y así lo repite la Biblia cada vez que nos describe el "Juicio Final", en el momento antes de ser enviado al Cielo o al Infierno. no nos medirá por la fe, ni por ningún otro don que nos dio el Senor, sino que nos medirá por las "obras" que hicimos con la fe, porque a todos Dios nos da la fe necesaria para ir al Cielo, a todos, a chinitos, a cristianos, a musulmanes, a los que nacieron antes de Cristo, ¡a todos nos da la medida de la fe, de Rom_12:3, y a cada uno mucho más de la que necesita!. ¡porque Dios quiere que todos los hombres se salven, vayan al Cielo!: (1Ti_2:4).

 Lea usted el "Juicio Final", cómo será el suyo, en Rom_2:5-11, Mat_25:31-46, Jua_5:29, 2Co_5:10, Rev_20:11-15. Ver "Justificacion".



Diccionario Bíblico Cristiano
Dr. J. Dominguez

http://biblia.com/diccionario/

Ducasse... Fuego de Dios

Tomando Posesión de la Promesa

« Yo soy Jehová, el Dios de Abraharn, tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia » (Gén_28:13).

A las almas tímidas les cuesta trabajo aprovechar las promesas que Dios ha hecho para ellas, pues temen que sería presuntuoso, por su parte, aferrarse a esas cosas tan buenas y preciosas. Como norma general, podemos considerar que si tenemos fe como para aprovechar la promesa será nuestra. El que nos da la llave que encaja en la cerradura de su puerta, lo hace con el propósito de que abramos la puerta y entremos. No podremos nunca ser presuntuosos por creer con humildad en Dios, pero sí lo seremos si cuestionamos su palabra. No será fácil que nos equivoquemos por confiar demasiado en la promesa. Nuestro fallo reside en la falta de fe, nunca por tener demasiada fe. Sería difícil creer demasiado en Dios, y lo terriblemente corriente es no creer en Él lo suficiente. «Conforme a vuestra fe así os sea hecho» es una bendición que Dios no se arrepiente nunca de conceder. «Si crees» está escrito: «si puedes creer, todo le es posible al que cree». También está escrito: «No pudieron entrar por causa de la incredulidad de ellos», pero no se ha dicho nunca que uno que entrase porque su fe fuese criticado por su impertinencia y echado fuera.
Jacob, según el versículo con el cual hemos encabezado este capítulo, tomó posesión de la tierra prometida tumbándose sobre ella y quedándose dormido. No hay una manera más segura de apoderarse de una promesa que colocando todo nuestro peso sobre ella y luego disfrutando de un buen descanso. «La tierra en que estás acostado te la daré.»
¡Con cuánta frecuencia he visto que la promesa era cierta al aplicármela y aceptarla por fe como algo verdadero y actuando conforme a ella! Me he tumbado sobre ella como si se tratase de un sofá y me he dejado a mí mismo en las manos del Señor; entonces he podido descansar, y la paz se ha adueñado de mi espíritu. La confianza en Dios hace que se cumplan los propios deseos. La promesa que hace el Señor a los que buscan sus favores en oración es como sigue: «Creed que las recibiréis y os será hecho.» Esto suena extraño, pero es verdad, pues es conforme a la filosofía de la fe. Diga usted, con una fe auténtica: «esta promesa es mía», y de inmediato lo será. Las promesas las recibimos por la fe y no por la vista o por otro sentido.
Las promesas de Dios no son la exclusiva de un cristiano determinado u otro, sino que son un bien común para todos los que habitan en la parroquia de la Santa Fe. No hay duda de que hay personas que, si pudiesen, se apoderarían de las estrellas y harían del sol y de la luna una propiedad personal. Esa misma avaricia intentaría vallar las promesas, pero es algo que no pueden hacer. Sería como el avaro que pretende encerrar los pájaros cantores, y decir que la música de las alondras y los tordos es su herencia exclusiva, como proponer que las promesas son todas para una persona. No, ni los mejores de entre los santos pueden, aunque quisiesen hacerlo, poner ni una sola de las palabras del Dios de gracia bajo llave. La promesa no es sólo «para vosotros y nuestros hijos», sino «para todos los que están lejos, a todos los que son llamados por el Señor». Qué gran consuelo es éste! Hagamos nuestros los bienes comunes y poseamos, por la fe, lo que el Señor ha puesto a nuestra disposición por el pacto.
Las palabras que fueron dichas a Jacob pertenecen por igual a todos los creyentes. Oseas dice acerca de él: «Venció al ángel y prevaleció; lloró y le rogó; en Bet-el le halló, y allí habló con nosotros.» De manera que Dios nos estaba hablando también a nosotros al hablar con el patriarca. Las maravillas que mostró Dios en el Mar Rojo se realizaron para todo el pueblo, pero leemos: «Allí en Él nos alegramos» (Sal_66:6). Es cierto que nosotros no estuvimos presentes, pero a pesar de ello el gozo de la victoria que obtuvo Israel es también nuestro. El apóstol cita la palabra que el Señor dijo a Josué como si hubiese ido dirigida a uno o a cualquier hijo de Dios. «Porque él dijo: no te desampararé ni te dejaré» (Heb_11:5), ya que la palabra del Señor no acaba con el motivo que la originó ni se agota al bendecir a la persona a la que fue dirigida. Todas las promesas van dirigidas a los creyentes que tienen suficiente fe como para aplicárselas y suplir que sean suyas ante el trono de la gracia. Lo que Dios es para la persona que ha confiado en Él, lo será para todos los que le necesiten por sus circunstancias y necesidades.
La Biblia tiene puesta su mirada en cada uno de nosotros al pronunciar sus palabras llenas de gracia. Un orador de Bampton dijo muy acertadamente: «Nosotros mismos, y otros como nosotros, somos las personas acerca de las cuales habla la Escritura y a las cuales apela como hombres, de diversas maneras, con persuasión y condescendencia, pero de manera celestial. Vale la pena fijarse en como un libro de su descripción, con todo lo que abarca, tiene un poder tan versátil y una visión tal que es como un retrato exacto de nuestras personas, dondequiera que nos volvamos.»

«¡Visión de la palabra de Dios!
dondequiera que miramos,
siempre tu mirada dulce sobre nosotros está,
discerniendo nuestro dolor profundo,
descifrando la confusión que anida en nuestro ser. »
«¿Qué palabra es ésta? ¿De dónde me conoces?

Maravillado clama el humilde corazón
al oírte proclamar
ese misterio tan profundo.»

La palabra posee una personalidad extraordinaria, pues se aplica a miles de generaciones de creyentes, y ése es uno de sus mayores encantos y una de las pruebas más contundentes de su inspiración divina. Hemos de tratar nuestras Biblias no como si se tratase de viejos almanaques, sino de libros nuevos, actuales, con un contenido fresco y que se adapta a nuestros días. Hay una dulzura inconmensurable y posee al mismo tiempo una frescura que no ha disminuido en nada, pues esa misma palabra que habló en la antigüedad a nuestros antepasados, alimentando su espíritu, se aplica también a nosotros hoy. Gloria sea a Dios de que nosotros podemos darnos un banquete con su palabra, y si no lo estamos haciendo deberíamos de hacerlo. ¡Si no lo hacemos sólo podemos culparnos a nosotros mismos!

Los pozos de Abraham sirvieron para Isaac y para Jacob, pero también para miles de generaciones. Vengan y metamos nuestros cubos y saquemos con gozo el agua que está en los profundos pozos de la salvación, que fueron cavados en aquellos días en que nuestros padres depositaron su confianza en el Señor y Él les libertó. No hemos de temer ser supersticiosos o crédulos. Las promesas del Señor son para todos los que desean creer en ellas, y la fe es una garantía para creer. Si tú no eres capaz de confiar, aún puedes hacerlo. Después de haber sido cumplidas miles de veces, las palabras de la promesa siguen teniendo su valor, y volverán a cumplirse. Muchas veces han sido a las que nos hemos acercado como a una fuentecilla del campo a calmar nuestra sed con agua fresca del arroyo, que sigue siendo gratuita y conserva su frescor, y hoy podemos beber de ella con la misma confianza que lo hicimos la primera vez. Los hombres no cumplen sus promesas una y otra vez, y sería irrazonable esperar que lo hiciesen. ¡Ellos son como cisternas, pero tú, oh Señor, eres una fuente! Todos mis frescos manantiales están en ti.
¡Ven lector, e imita a Jacob! Del mismo modo que él se tumbó en un lugar determinado, usando las piedras como almohada, hazlo tú. Tenemos la Biblia entera para reclinarnos sobre ella, y hay ciertas promesas en ella que nos pueden servir de almohada. Apoya en ellas tu carga y tú mismo repósate, deja tu penar. He aquí una promesa de la Escritura que puede ser tuya de ahora en adelante: «La tierra en que estás acostado te la daré.»

***

el joven de doble ánimo peliculas cristianas

Miq 7:8
La victoria definitiva de Israel[g]
Nación enemiga mía, no te alegres de mi desgracia,[h]
pues, aunque caí, voy a levantarme;
aunque me rodee la oscuridad,
el Señor es mi luz.

Miq 7:9  He pecado contra el Señor,
y por eso soportaré su enojo;
mientras tanto, él juzgará mi causa
y me hará justicia.
El Señor me llevará a la luz,
me hará ver su victoria.

Miq 7:10  También la verá mi enemiga,
y eso la cubrirá de vergüenza.
Ella me decía: “¿Dónde está el Señor tu Dios?”,[i]
pero ahora tendré el gusto de verla
pisoteada[j] como el barro de las calles.
Miq 7:11
La restauración de Jerusalén
Jerusalén, ya viene el día
en que tus muros serán reconstruidos[k]
y tus límites ensanchados.

Miq 7:12  Ya viene el día
en que acudirán a ti de todas partes:
desde Asiria hasta Egipto,
desde el río Nilo hasta el Éufrates,
de mar a mar y de monte a monte.[l]

Miq 7:13  La tierra será convertida en desierto
por culpa de sus habitantes,
como resultado de su maldad.[m]
Miq 7:14
Oración por la prosperidad del pueblo
¡Cuida, Señor, de tu pueblo,
de las ovejas de tu propiedad,
que están solas en el bosque,
rodeadas de fértiles tierras!
Llévalas, como en tiempos pasados,
a los pastos de Basán y Galaad.[n]

Miq 7:15  Hazles ver maravillas,[ñ]
como en los días en que los sacaste de Egipto.[o]

Miq 7:16  ¡Que las otras naciones también las vean,
y se cubran de vergüenza
a pesar de todo su poder!
¡Que se queden como mudas y sordas!

Miq 7:17  ¡Que muerdan el polvo como las serpientes
y como los otros reptiles!
¡Que salgan temblando de sus nidos,
y que llenas de miedo recurran
a ti, Señor nuestro Dios!
Miq 7:18
Dios perdona a su pueblo
No hay otro Dios como tú,[p]
porque tú perdonas la maldad
y olvidas las rebeliones
de este pequeño resto[q] de tu pueblo.
Tú nos muestras tu amor
y no mantienes tu enojo para siempre.[r]

Miq 7:19  Ten otra vez compasión de nosotros
y sepulta nuestras maldades.
Arroja nuestros pecados
a las profundidades del mar.

Miq 7:20  ¡Mantén, Señor, la fidelidad y el amor
que en tiempos antiguos prometiste
a nuestros antepasados Abraham y Jacob![s]

lunes, 21 de enero de 2013

Miguel Sanchez Avila-El pecado de la homosexualidad.

Apo 21:8  Pero en cuanto a los cobardes, los incrédulos, los odiosos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican la brujería, los que adoran ídolos, y todos los mentirosos,[q] a ellos les tocará ir al lago de azufre ardiente, que es la segunda muerte.”[r]
 

La perspectiva del género y sus amenazas hacia la iglesia. Miguel Sánche...

ABANDONAR
1. apothesis (ἀπόθεσις, G595), dejar de lado. Se utiliza metafóricamente en 1Pe_3:21, y se traduce como «quitar», esto es, purificar las inmundicias de la carne; en 2Pe_1:14 se dice de dejar el cuerpo, lit: «pronto es el abandono de mi tienda, o tabernáculo».¶

2. apoleipo (ἀπολείπω, G620), dejar atrás [apo, de (partitivo)]. Se utiliza: (a) en la voz activa, de dejar atrás un capote (2Ti_4:13); una persona (2Ti_4:20; Jud_1:6); (b) en la voz pasiva, ser reservado, quedar (Heb_4:6, Heb_4:9; Heb_10:26). Véanse DEJAR, QUEDAR.¶ En los papiros se utiliza como término técnico en los testamentos (Moulton y Milligan, Vocabulary).

3. apostrefo (ἀποστρέφω, G654), alejarse, quitar, volver. Significa abandonar en 2Ti_1:15. Véanse APARTAR, CONVERTIR, DESECHAR, DEVOLVER, PERTURBAR, REHUSAR, VOLVER.

4. afiemi (ἀφίημι, G863), tiene en algunas ocasiones el significado de abandonar o dejar. Concretamente, se traduce abandonar en 1Co_7:11-12, 1Co_7:13. En otros pasajes tiene el sentido de dejar. Véanse CONSENTIR, DEJAR, DESPEDIR, ENTREGAR, PERDONAR, PERMITIR, QUEDAR, REMITIR, SALIR.

5. epididomi (ἐπιδίδωμι, G1929), significa dar la mano (epi, sobre) (p.ej., Mat_7:9-10). En Hch_27:15 se utiliza como «abandonarse» al viento; lit: «nos dimos al viento». Véanse DAR, ENTREGAR. 

Ecl 2:1 Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes. Mas he aquí esto también era vanidad. Ecl 2:2 A la risa dije: Enloqueces; y al placer: ¿De qué sirve esto? Ecl 2:3 Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que anduviese mi corazón en sabiduría, con retención de la necedad, hasta ver cuál fuese el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida. Ecl 2:4 Engrandecí mis obras, edifiqué para mí casas, planté para mí viñas; Ecl 2:5 me hice huertos y jardines, y planté en ellos árboles de todo fruto. Ecl 2:6 Me hice estanques de aguas, para regar de ellos el bosque donde crecían los árboles. Ecl 2:7 Compré siervos y siervas, y tuve siervos nacidos en casa; también tuve posesión grande de vacas y de ovejas, más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén. Ecl 2:8 Me amontoné también plata y oro, y tesoros preciados de reyes y de provincias; me hice de cantores y cantoras, de los deleites de los hijos de los hombres, y de toda clase de instrumentos de música. Ecl 2:9 Y fui engrandecido y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; a más de esto, conservé conmigo mi sabiduría. Ecl 2:10 No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, porque mi corazón gozó de todo mi trabajo; y esta fue mi parte de toda mi faena. Ecl 2:11 Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol. Ecl 2:12 Después volví yo a mirar para ver la sabiduría y los desvaríos y la necedad; porque ¿qué podrá hacer el hombre que venga después del rey? Nada, sino lo que ya ha sido hecho. Ecl 2:13 Y he visto que la sabiduría sobrepasa a la necedad, como la luz a las tinieblas. Ecl 2:14 El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el necio anda en tinieblas; pero también entendí yo que un mismo suceso acontecerá al uno como al otro. Ecl 2:15 Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al necio, me sucederá también a mí. ¿Para qué, pues, he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad. Ecl 2:16 Porque ni del sabio ni del necio habrá memoria para siempre; pues en los días venideros ya todo será olvidado, y también morirá el sabio como el necio. Ecl 2:17 Aborrecí, por tanto, la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu. Ecl 2:18 Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí. Ecl 2:19 Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad. Ecl 2:20 Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría. Ecl 2:21 ¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande. Ecl 2:22 Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y de la fatiga de su corazón, con que se afana debajo del sol? Ecl 2:23 Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad. Ecl 2:24 No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios. Ecl 2:25 Porque ¿quién comerá, y quién se cuidará, mejor que yo? Ecl 2:26 Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu. PASTOR. MARTIN CAPELES. PREDICANDO DESDE NUEVA YORK.

Dios no te preguntara

domingo, 20 de enero de 2013

Sal 119:1 *Alef. Felices son los íntegros, los que siguen las enseñanzas del SEÑOR. Sal 119:2 Felices son los que obedecen sus leyes y lo buscan con todo el corazón. Sal 119:3 No negocian con el mal y andan sólo en los caminos del SEÑOR.YIYE ÁVILA - Jonas (Part1) Capitulo 1-4

Éxo 4:1 Sin embargo Moisés protestó de nuevo: —¿Qué hago si no me creen o no me hacen caso? ¿Qué hago si me dicen: “El SEÑOR nunca se te apareció”? Éxo 4:2 Entonces el SEÑOR le preguntó: —¿Qué es lo que tienes en la mano? —Una vara de pastor —contestó Moisés. Éxo 4:3 —Arrójala al suelo —le dijo el SEÑOR. Así que Moisés la tiró al suelo, ¡y la vara se convirtió en una serpiente! Entonces Moisés saltó hacia atrás. Éxo 4:4 Pero el SEÑOR le dijo: —Extiende la mano y agárrala de la cola. Entonces Moisés extendió la mano y la agarró, y la serpiente volvió a ser una vara de pastor. Éxo 4:5 —Realiza esta señal —le dijo el SEÑOR—, y ellos creerán que el SEÑOR, el Dios de sus antepasados, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, de veras se te apareció. Éxo 4:6 Luego el SEÑOR le dijo a Moisés: —Ahora mete la mano dentro de tu manto. Entonces Moisés metió la mano dentro de su manto, y cuando la sacó, la mano estaba blanca como la nieve, afectada por una grave enfermedad de la piel.* Éxo 4:7 —Ahora vuelve a meter la mano dentro de tu manto —le dijo el SEÑOR. Así que Moisés metió la mano de nuevo, y cuando la sacó, estaba tan sana como el resto de su cuerpo. Éxo 4:8 El SEÑOR le dijo a Moisés: —Si no te creen ni se convencen con la primera señal milagrosa, se convencerán con la segunda. Éxo 4:9 Y si no te creen ni te escuchan aun después de estas dos señales, entonces recoge un poco de agua del río Nilo y derrámala sobre el suelo seco. En cuanto lo hagas, el agua del Nilo se convertirá en sangre sobre el suelo. Éxo 4:10 Pero Moisés rogó al SEÑOR: —Oh Señor, no tengo facilidad de palabra; nunca la tuve, ni siquiera ahora que tú me has hablado. Se me traba la lengua y se me enredan las palabras. Éxo 4:11 Entonces el SEÑOR le preguntó: —¿Quién forma la boca de una persona? ¿Quién decide que una persona hable o no hable, que oiga o no oiga, que vea o no vea? ¿Acaso no soy yo, el SEÑOR? Éxo 4:12 ¡Ahora ve! Yo estaré contigo cuando hables y te enseñaré lo que debes decir. Éxo 4:13 Pero Moisés suplicó de nuevo: —¡Te lo ruego, Señor! Envía a cualquier otro. Éxo 4:14 Entonces el SEÑOR se enojó con Moisés y le dijo: —De acuerdo, ¿qué te parece tu hermano Aarón, el levita? Sé que él habla muy bien. ¡Mira! Ya viene en camino para encontrarte y estará encantado de verte. Éxo 4:15 Habla con él y pon las palabras en su boca. Yo estaré con los dos cuando hablen y les enseñaré lo que tienen que hacer. Éxo 4:16 Aarón será tu vocero ante el pueblo. Él será tu portavoz, y tú tomarás el lugar de Dios ante él al decirle lo que tiene que hablar. Éxo 4:17 Lleva contigo tu vara de pastor y úsala para realizar las señales milagrosas que te mostré. Éxo 4:18 Luego Moisés volvió a la casa de Jetro, su suegro, y le dijo: —Por favor, permíteme volver a Egipto para visitar a mis parientes. Ni siquiera sé si todavía viven. —Ve en paz —le respondió Jetro. Éxo 4:19 Antes de que Moisés saliera de Madián, el SEÑOR le dijo: «Regresa a Egipto, porque ya han muerto todos los que querían matarte». Éxo 4:20 Así que Moisés tomó a su esposa y a sus hijos, los montó en un burro, y regresó a la tierra de Egipto. En la mano llevaba la vara de Dios. Éxo 4:21 El SEÑOR le dijo a Moisés: «Cuando llegues a Egipto, preséntate ante el faraón y haz todos los milagros que te he dado el poder de realizar. Pero yo le endureceré el corazón, y él se negará a dejar salir al pueblo. Éxo 4:22 Entonces le dirás: “Esto dice el SEÑOR: ‘Israel es mi primer hijo varón. Éxo 4:23 Te ordené: deja salir a mi hijo para que pueda adorarme, pero como te has negado, ¡ahora mataré a tu primer hijo varón!’ ”». Éxo 4:24 Rumbo a Egipto, en un lugar donde Moisés se detuvo con su familia para pasar la noche, el SEÑOR enfrentó a Moisés y estuvo a punto de matarlo. Éxo 4:25 Pero Séfora, la esposa de Moisés, tomó un cuchillo de piedra y circuncidó a su hijo. Con el prepucio, tocó los pies* de Moisés y le dijo: «Ahora tú eres un esposo de sangre para mí». Éxo 4:26 (Cuando dijo «un esposo de sangre», se refirió a la circuncisión). Después de ese incidente, el SEÑOR lo dejó en paz. Éxo 4:27 Ahora bien, el SEÑOR le había dicho a Aarón: «Ve al desierto para encontrarte con Moisés». Así que Aarón fue a encontrarse con Moisés en el monte de Dios y lo abrazó. Éxo 4:28 Moisés le contó todo lo que el SEÑOR le había ordenado que dijera y también le contó acerca de las señales milagrosas que el SEÑOR lo mandó a realizar. Éxo 4:29 Luego Moisés y Aarón regresaron a Egipto y convocaron a todos los ancianos de Israel. Éxo 4:30 Aarón les dijo todo lo que el SEÑOR le había dicho a Moisés, y Moisés realizó las señales milagrosas a la vista de ellos. Éxo 4:31 Entonces el pueblo de Israel quedó convencido de que el SEÑOR había enviado a Moisés y a Aarón. Cuando supieron que el SEÑOR se preocupaba por ellos y que había visto su sufrimiento, se inclinaron y adoraron.Benny Hinn Ministries - The Master's Healing Touch - Instrumental Reflec...

Gén 1:1 En el principio, Dios creó los cielos y la tierra.* Gén 1:2 La tierra no tenía forma y estaba vacía, y la oscuridad cubría las aguas profundas; y el Espíritu de Dios se movía en el aire sobre la superficie de las aguas. Gén 1:3 Entonces Dios dijo: «Que haya luz»; y hubo luz. Gén 1:4 Y Dios vio que la luz era buena. Luego separó la luz de la oscuridad. Gén 1:5 Dios llamó a la luz «día» y a la oscuridad «noche». Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el primer día. Gén 1:6 Entonces Dios dijo: «Que haya un espacio entre las aguas, para separar las aguas de los cielos de las aguas de la tierra»; Gén 1:7 y eso fue lo que sucedió. Dios formó ese espacio para separar las aguas de la tierra de las aguas de los cielos Gén 1:8 y Dios llamó al espacio «cielo». Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el segundo día. Gén 1:9 Entonces Dios dijo: «Que las aguas debajo del cielo se junten en un solo lugar, para que aparezca la tierra seca»; y eso fue lo que sucedió. Gén 1:10 Dios llamó a lo seco «tierra» y a las aguas «mares». Y Dios vio que esto era bueno. Gén 1:11 Después Dios dijo: «Que de la tierra brote vegetación: toda clase de plantas con semillas y árboles que den frutos con semillas. Estas semillas producirán, a su vez, las mismas clases de plantas y árboles de los que provinieron»; y eso fue lo que sucedió. Gén 1:12 La tierra produjo vegetación: toda clase de plantas con semillas y árboles que dan frutos con semillas. Las semillas produjeron plantas y árboles de la misma clase. Y Dios vio que esto era bueno. Gén 1:13 Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el tercer día. Gén 1:14 Entonces Dios dijo: «Que aparezcan luces en el cielo para separar el día de la noche; que sean señales para que marquen las estaciones, los días y los años. Gén 1:15 Que esas luces en el cielo brillen sobre la tierra»; y eso fue lo que sucedió. Gén 1:16 Dios hizo dos grandes luces: la más grande para que gobernara el día, y la más pequeña para que gobernara la noche. También hizo las estrellas. Gén 1:17 Dios puso esas luces en el cielo para iluminar la tierra, Gén 1:18 para que gobernaran el día y la noche, y para separar la luz de la oscuridad. Y Dios vio que esto era bueno. Gén 1:19 Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el cuarto día. Gén 1:20 Entonces Dios dijo: «Que las aguas se colmen de peces y de otras formas de vida. Que los cielos se llenen de aves de toda clase». Gén 1:21 Así que Dios creó grandes criaturas marinas y todos los seres vivientes que se mueven y se agitan en el agua y aves de todo tipo, cada uno produciendo crías de la misma especie. Y Dios vio que esto era bueno. Gén 1:22 Entonces Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense. Que los peces llenen los mares y las aves se multipliquen sobre la tierra». Gén 1:23 Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el quinto día. Gén 1:24 Entonces Dios dijo: «Que la tierra produzca toda clase de animales, que cada uno produzca crías de la misma especie: animales domésticos, animales pequeños que corran por el suelo y animales salvajes»; y eso fue lo que sucedió. Gén 1:25 Dios hizo toda clase de animales salvajes, animales domésticos y animales pequeños; cada uno con la capacidad de producir crías de la misma especie. Y Dios vio que esto era bueno. Gén 1:26 Entonces Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos* a nuestra imagen, para que sean como nosotros. Ellos reinarán sobre los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, todos los animales salvajes de la tierra y los animales pequeños que corren por el suelo». Gén 1:27 Así que Dios creó a los seres humanos* a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó. Gén 1:28 Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo». Gén 1:29 Entonces Dios dijo: «¡Miren! Les he dado todas las plantas con semilla que hay sobre la tierra y todos los árboles frutales para que les sirvan de alimento. Gén 1:30 Y he dado toda planta verde como alimento para todos los animales salvajes, para las aves del cielo y para los animales pequeños que corren por el suelo, es decir, para todo lo que tiene vida»; y eso fue lo que sucedió. Gén 1:31 Entonces Dios miró todo lo que había hecho, ¡y vio que era muy bueno! Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el sexto día.Susan Boyle - Perfect Day

1Re 8:1 Entonces Salomón mandó llamar a los ancianos de Israel y a todos los jefes de las tribus —los líderes de las familias patriarcales de los israelitas— para que fueran a Jerusalén. Ellos debían trasladar el arca del pacto del SEÑOR desde su sitio en la Ciudad de David, también conocida como Sión, hasta el templo. 1Re 8:2 Así que todos los hombres de Israel se reunieron ante el rey Salomón durante el Festival de las Enramadas, que se celebra anualmente a comienzos del otoño, en el mes de etanim .* 1Re 8:3 Una vez que estaban presentes todos los ancianos de Israel, los sacerdotes levantaron el arca. 1Re 8:4 Los sacerdotes y los levitas trasladaron el arca del SEÑOR, junto con la carpa especial* y todos los objetos sagrados que había en ella. 1Re 8:5 Delante del arca, el rey Salomón y toda la comunidad de Israel sacrificaron ovejas, cabras y ganado, ¡en tal cantidad que fue imposible llevar la cuenta! 1Re 8:6 Luego los sacerdotes llevaron el arca del pacto del SEÑOR al santuario interior del templo —el Lugar Santísimo— y la colocaron bajo las alas de los querubines. 1Re 8:7 Los querubines extendían sus alas por encima del arca y formaban una especie de cubierta sobre el arca y las varas para transportarla. 1Re 8:8 Estas varas eran tan largas que los extremos podían verse desde el salón principal del templo —el Lugar Santo— que está delante del Lugar Santísimo, pero no podían verse desde afuera; y allí permanecen hasta el día de hoy. 1Re 8:9 Lo único que había dentro del arca eran las dos tablas de piedra que Moisés había colocado en ella en el monte Sinaí,* donde el SEÑOR hizo un pacto con los israelitas cuando partieron de la tierra de Egipto. 1Re 8:10 Al salir los sacerdotes del Lugar Santo, una densa nube llenó el templo del SEÑOR. 1Re 8:11 Los sacerdotes no pudieron seguir con la celebración a causa de la nube, porque la gloriosa presencia del SEÑOR llenaba el templo. 1Re 8:12 Entonces Salomón oró: «Oh SEÑOR, tú dijiste que habitarías en una densa nube de oscuridad. 1Re 8:13 Ahora te he construido un templo glorioso, ¡un lugar donde podrás habitar para siempre!* ». 1Re 8:14 Luego el rey se dio vuelta hacia toda la comunidad de Israel, que estaba de pie ante él, y después de bendecir al pueblo, dijo: 1Re 8:15 «Alabado sea el SEÑOR, Dios de Israel, quien cumplió la promesa que le hizo a mi padre David; pues le dijo a mi padre: 1Re 8:16 “Desde el día en que saqué de Egipto a mi pueblo Israel, nunca escogí una ciudad de ninguna de las tribus de Israel como el sitio donde se construyera un templo para honrar mi nombre; pero he elegido a David para que sea rey de mi pueblo Israel”». 1Re 8:17 Después Salomón dijo: «Mi padre David quería construir este templo para honrar el nombre del SEÑOR, Dios de Israel; 1Re 8:18 pero el SEÑOR le dijo: “Tú querías construir el templo para honrar mi nombre; tu intención es buena, 1Re 8:19 pero no serás tú quien lo haga. Será uno de tus hijos quien construirá el templo para honrarme”. 1Re 8:20 »Ahora el SEÑOR ha cumplido la promesa que hizo, porque he llegado a ser rey en lugar de mi padre y ocupo el trono de Israel, tal como el SEÑOR lo prometió. He construido este templo para honrar el nombre del SEÑOR, Dios de Israel. 1Re 8:21 Además he preparado un lugar allí para el arca, la cual contiene el pacto que el SEÑOR hizo con nuestros antepasados cuando los sacó de Egipto». 1Re 8:22 Luego Salomón, de pie ante el altar del SEÑOR y frente a toda la comunidad de Israel, levantó las manos al cielo 1Re 8:23 y oró: «Oh SEÑOR, Dios de Israel, no hay Dios como tú arriba en el cielo ni abajo en la tierra. Tú cumples tu pacto y muestras amor inagotable a quienes andan delante de ti de todo corazón. 1Re 8:24 Has cumplido tu promesa a tu siervo David, mi padre. Pronunciaste esa promesa con tu boca y hoy la has cumplido con tus propias manos. 1Re 8:25 »Ahora, oh SEÑOR, Dios de Israel, lleva a cabo la otra promesa que le hiciste a tu siervo David, mi padre, cuando le dijiste: “Si tus descendientes cuidan su comportamiento y me siguen con fidelidad, así como tú lo has hecho, siempre habrá uno de ellos sentado en el trono de Israel”. 1Re 8:26 Ahora, oh Dios de Israel, cumple esta promesa que le hiciste a tu siervo David, mi padre. 1Re 8:27 »¿Pero es realmente posible que Dios habite en la tierra? Ni siquiera los cielos más altos pueden contenerte, ¡mucho menos este templo que he construido! 1Re 8:28 Sin embargo, escucha mi oración y mi súplica, oh SEÑOR mi Dios. Oye el clamor y la oración que tu siervo te eleva hoy. 1Re 8:29 Que noche y día tus ojos estén sobre este templo, este lugar del cual tú has dicho: “Mi nombre estará allí”. Que siempre oigas las oraciones que elevo hacia este lugar. 1Re 8:30 Que atiendas las peticiones humildes y fervientes de mi parte y de tu pueblo Israel cuando oremos hacia este lugar. Sí, óyenos desde el cielo donde tú vives y, cuando nos escuches, perdona. 1Re 8:31 »Si alguien agravia a otra persona y se le exige que haga juramento de inocencia ante tu altar en este templo, 1Re 8:32 oye entonces desde el cielo y juzga entre tus siervos, entre el acusador y el acusado. Castiga al culpable según su merecido y absuelve al inocente debido a su inocencia. 1Re 8:33 »Si tu pueblo Israel cae derrotado ante sus enemigos por haber pecado contra ti, pero luego vuelve a ti y reconoce tu nombre y eleva oraciones a ti en este templo, 1Re 8:34 oye entonces desde el cielo y perdona el pecado de tu pueblo Israel, y hazlo volver a esta tierra que diste a sus antepasados. 1Re 8:35 »Si los cielos se cierran y no hay lluvia porque tu pueblo ha pecado contra ti, y si luego ellos oran hacia este templo y reconocen tu nombre y se apartan de sus pecados, porque tú lo has castigado, 1Re 8:36 oye entonces desde el cielo y perdona los pecados de tus siervos, tu pueblo Israel. Enséñales a seguir el camino correcto y envía lluvia sobre tu tierra, la tierra que diste a tu pueblo como su preciada posesión. 1Re 8:37 »Si hay hambre en la tierra, o pestes, o plagas en los cultivos, o ataques de langostas u orugas, o si los enemigos de tu pueblo invaden el territorio y sitian las ciudades —cualquiera sea el desastre o la enfermedad que ocurra—; 1Re 8:38 si luego tu pueblo Israel ora por sus dificultades con las manos levantadas hacia este templo, 1Re 8:39 oye entonces desde el cielo donde vives y perdona. Haz con tu pueblo según merecen sus acciones, porque sólo tú conoces el corazón de cada ser humano. 1Re 8:40 Entonces ellos te temerán mientras vivan en la tierra que diste a nuestros antepasados. 1Re 8:41 »En el futuro, los extranjeros que no pertenezcan a tu pueblo Israel oirán de ti. Vendrán de tierras lejanas a causa de tu nombre, 1Re 8:42 porque oirán de tu gran nombre, de tu mano fuerte y de tu brazo poderoso. Cuando ellos oren en dirección a este templo, 1Re 8:43 oye entonces desde el cielo donde vives y concédeles lo que te pidan. De esa forma, todos los habitantes de la tierra llegarán a conocerte y a temerte, igual que tu pueblo Israel. También sabrán que este templo que he construido honra tu nombre. 1Re 8:44 »Si tu pueblo sale a donde tú lo envías a luchar contra sus enemigos, y si ora al SEÑOR en dirección a esta ciudad que has escogido y hacia este templo que yo he construido para honrar tu nombre, 1Re 8:45 oye entonces desde el cielo sus oraciones y defiende su causa. 1Re 8:46 »Si ellos pecan contra ti (¿y quién nunca ha pecado?), tal vez te enojes con ellos y permitas que sus enemigos los conquisten y los lleven cautivos a su tierra, ya sea cerca o lejos. 1Re 8:47 Sin embargo, tal vez en esa tierra, donde estén desterrados, se vuelvan a ti arrepentidos y oren así: “Hemos pecado, hemos hecho lo malo y hemos actuado de manera perversa”. 1Re 8:48 Si ellos se vuelven a ti con todo el corazón y con toda el alma en tierra de sus enemigos, y oran en dirección a la tierra que diste a sus antepasados —hacia esta ciudad que escogiste y hacia este templo que he construido para honrar tu nombre—, 1Re 8:49 oye entonces sus oraciones y su petición desde el cielo donde vives, y defiende su causa. 1Re 8:50 Perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti. Perdona todas las ofensas que haya cometido en tu contra. Haz que sus captores le tengan compasión, 1Re 8:51 porque es tu pueblo —tu posesión más preciada— que sacaste de Egipto, ese horno para fundir hierro. 1Re 8:52 »Que tus ojos estén abiertos a mis peticiones y a las peticiones de tu pueblo Israel. Que los oigas y les respondas cada vez que clamen a ti. 1Re 8:53 Pues cuando sacaste a nuestros antepasados de Egipto, oh Soberano SEÑOR, le dijiste a tu siervo Moisés que habías apartado a Israel de todas las demás naciones de la tierra, para que fuera tu posesión más preciada». 1Re 8:54 Cuando Salomón terminó de elevar estas oraciones y peticiones al SEÑOR, se puso de pie frente al altar del SEÑOR, donde estaba arrodillado con las manos levantadas al cielo. 1Re 8:55 De pie bendijo en voz alta a toda la congregación de Israel diciendo: 1Re 8:56 «Alabado sea el SEÑOR, quien ha dado descanso a su pueblo Israel, tal como lo prometió. No ha faltado ni una sola palabra de todas las promesas maravillosas que hizo mediante su siervo Moisés. 1Re 8:57 Que el SEÑOR nuestro Dios esté con nosotros como estuvo con nuestros antepasados; que nunca nos deje ni nos abandone. 1Re 8:58 Que ponga en nosotros el deseo de hacer su voluntad en todo y de obedecer todos los mandatos, los decretos y las ordenanzas que dio a nuestros antepasados. 1Re 8:59 Y que esta oración que hice en la presencia del SEÑOR esté delante de él continuamente, de día y de noche, para que el SEÑOR nuestro Dios haga justicia conmigo y con su pueblo Israel, según las necesidades de cada día. 1Re 8:60 Entonces gente de todo el mundo sabrá que el SEÑOR es el único Dios y que no hay otro. 1Re 8:61 Que ustedes sean totalmente fieles al SEÑOR nuestro Dios; que siempre obedezcan sus decretos y mandatos, tal como lo están haciendo hoy». 1Re 8:62 Luego el rey y todo Israel junto con él ofrecieron sacrificios al SEÑOR. 1Re 8:63 Salomón presentó al SEÑOR una ofrenda de paz de veintidós mil cabezas de ganado y ciento veinte mil ovejas y cabras. Así el rey y todo el pueblo de Israel dedicaron el templo del SEÑOR. 1Re 8:64 Ese mismo día, el rey consagró la parte central del atrio que está delante del templo del SEÑOR. Allí presentó las ofrendas quemadas,* las ofrendas de grano y la grasa de las ofrendas de paz, porque el altar de bronce que está en la presencia del SEÑOR era demasiado pequeño para tantas ofrendas quemadas, ofrendas de grano y la grasa de las ofrendas de paz. 1Re 8:65 Entonces Salomón y todo Israel celebraron el Festival de las Enramadas* en presencia del SEÑOR nuestro Dios. Se había reunido una gran multitud desde lugares tan lejanos como Lebo-hamat, en el norte, y el arroyo de Egipto, en el sur. La celebración continuó catorce días en total: siete días para la dedicación del altar y siete días para el Festival de las Enramadas.* 1Re 8:66 Una vez terminado el festival,* Salomón despidió al pueblo. Ellos bendijeron al rey y regresaron a sus casas llenos de alegría y muy contentos, porque el SEÑOR había sido bueno con su siervo David y con su pueblo Israel.Susan Boyle Subtitulado en español (Les Miserables - Episode 1 - Britain...

Hallelujah

Jua 3:16 “Porque de tal manera amó Elohim al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Jua 3:17 Porque Yahweh no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
Jua 3:18 El que cree en él no se condena; pero el que no cree ya se ha condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Yahweh.
Jua 3:19 Y ésta es la condenación: que la luz ha venido al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
Jua 3:20 Porque todo aquel que practica lo malo aborrece la luz, y no viene a la luz, para que no se le censuren sus obras.
Jua 3:21 Pero el que practica la verdad viene a la luz para que se vean sus obras, porque se han hecho en [armonía con] Elohim”.
Jua 3:22 Después de esto, Yahoshúa fue con sus discípulos a la tierra de Yahudah; allí pasaba un tiempo con ellos y sumergía.
Jua 3:23 Yojanán también estaba sumergiendo en Enáyim, junto a Shalem, porque allí había mucha agua; y muchos venían y se sumergían,
Jua 3:24 ya que a Yojanán todavía no lo habían encarcelado.
Jua 3:25 Entonces surgió una discusión entre los discípulos de Yojanán y un yahudita acerca de la purificación.
Jua 3:26 Fueron a Yojanán y le dijeron: “Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Yardén, de quien tú has dado testimonio, ¡mira, él está bautizando, y todos van a él!”
Jua 3:27 Yojanán respondió: “Un hombre no puede apropiarse de nada si el Cielo no se lo permite.
Jua 3:28 Ustedes mismos me son testigos de que dije que yo no soy el Mashíaj, sino que me han enviado delante de él.
Jua 3:29 El que tiene a la novia es el novio; pero el amigo del novio, que ha estado presente, cuando lo escucha, se alegra mucho de oír la voz del novio. Por eso este gozo mío ya es completo.
Jua 3:30 A él le conviene crecer, y a mí menguar.
Jua 3:31 “El que viene de arriba está por encima de todos. El que procede de la tierra es terrenal, y su habla procede de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos.
Jua 3:32 Testifica de lo que ha visto y oído, sin embargo nadie recibe su testimonio.
Jua 3:33 El que recibe su testimonio atestigua que Elohim es veraz.
Jua 3:34 Porque el enviado de Yahweh habla las palabras de Elohim, pues Yahweh no da el espíritu por medida.
Jua 3:35 “El Padre ama al Hijo y ha puesto todas las cosas en su mano.
Jua 3:36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Elohim permanece sobre él.

sábado, 19 de enero de 2013

09 Who is the Antichrist? - ¿Quién es el Anticristo? (with subtitles, su...

1Ma 1:1
1. Introducción (1.1-64)
Alejandro y sus sucesores[a]
Alejandro de Macedonia, hijo de Filipo, partió de su país[b] y derrotó a Darío, rey de los persas y los medos, y reinó en lugar de él; primeramente fue rey de Grecia.
1Ma 1:2  Emprendió muchas guerras, se apoderó de ciudades fortificadas, mató a varios reyes de la región,
1Ma 1:3  llegó hasta los lugares más apartados de la tierra[c] y saqueó muchas naciones. Después, toda la tierra quedó en paz bajo su dominio, y Alejandro se llenó de orgullo y soberbia.
1Ma 1:4  Luego de haber reunido un poderosísimo ejército, sometió provincias, naciones y gobernantes, y los obligó a pagarle tributo.
1Ma 1:5  Pero al fin cayó enfermo; y presintiendo que iba a morir,
1Ma 1:6  llamó a sus generales más ilustres, que se habían educado con él desde jóvenes, y antes de morir les repartió su reino.[d]
1Ma 1:7  Después de un reinado de doce años, Alejandro murió.[e]
1Ma 1:8  Entonces sus generales tomaron el poder, cada uno en su propia región,
1Ma 1:9  y tras la muerte de Alejandro fueron coronados como reyes, lo mismo que sus descendientes después de ellos, durante muchos años, y así llenaron de calamidades la tierra.
1Ma 1:10
Antíoco IV Epífanes. Se introducen costumbres paganas en Israel
(2 Mac 4.7–17)
De esa raíz salió un retoño, el malvado Antíoco Epífanes,[f] hijo del rey Antíoco, que había estado como rehén en Roma y empezó a reinar el año ciento treinta y siete de la dominación griega.[g]

1Ma 1:11  Por aquel tiempo aparecieron en Israel renegados que engañaron a muchos diciéndoles: “Hagamos un pacto con las naciones que nos rodean, porque desde que nos separamos de ellas nos han venido muchas calamidades.”[h]
1Ma 1:12  A algunos del pueblo les gustó esto,
1Ma 1:13  y se animaron a ir al rey, y este les dio autorización para seguir las costumbres paganas.
1Ma 1:14  Construyeron un gimnasio en Jerusalén, como acostumbran los paganos;[i]
1Ma 1:15  se hicieron operaciones para ocultar la circuncisión, renegando así de la alianza sagrada;[j] se unieron a los paganos[k] y se vendieron para practicar el mal.
1Ma 1:16
Campaña de Egipto y saqueo del templo de Jerusalén
(2 Mac 5.11–20)
Al ver Antíoco que su reino estaba firme, decidió apoderarse de Egipto para ser rey de los dos países.
1Ma 1:17  Así pues, invadió a Egipto con un poderoso ejército, con carros, elefantes[l] y una gran flota,
1Ma 1:18  y atacó al rey Tolomeo, el cual retrocedió ante él y huyó dejando muchos muertos en el campo.
1Ma 1:19  Antíoco ocupó las ciudades fortificadas de Egipto y saqueó el país.[m]

1Ma 1:20  Después de esta victoria sobre Egipto, en el año ciento cuarenta y tres,[n] Antíoco se puso en marcha con un poderoso ejército contra Israel, y llegó a Jerusalén.
1Ma 1:21  Entró con arrogancia en el santuario y se apoderó del altar de oro, del candelabro con todos sus accesorios,
1Ma 1:22  de la mesa para los panes sagrados, de las copas, las tazas, los cucharones de oro, el velo y las coronas, y arrancó todo el enchapado de oro que adornaba la fachada del templo.[ñ]
1Ma 1:23  Se apoderó también de la plata, el oro, los utensilios preciosos y los tesoros escondidos,[o] los cuales logró encontrar.
1Ma 1:24  Con todas esas cosas se fue a su país. También mató a mucha gente y habló con grandísima insolencia.[p]

1Ma 1:25  En todo Israel hubo una gran tristeza;

1Ma 1:26  los jefes y los ancianos lanzaban ayes de dolor,
las muchachas y los jóvenes perdieron su vigor,
desapareció la belleza de las mujeres.

1Ma 1:27  Los recién casados entonaban lamentaciones,
las novias guardaban luto, sentadas en sus alcobas.

1Ma 1:28  La tierra entera se conmovió
al ver la suerte de sus habitantes;
todo el pueblo de Jacob se vio cubierto de deshonra.
1Ma 1:29
Destrucción de Jerusalén
(2 Mac 5.21–26)
Dos años más tarde,[q] el rey envió a las ciudades de Judea a un funcionario[r] encargado de cobrar los impuestos, el cual llegó a Jerusalén con un poderoso ejército;
1Ma 1:30  con intención de engañar a los habitantes les habló en son de paz, y ellos le creyeron. Pero de repente se lanzó sobre la ciudad, descargó sobre ella un terrible golpe, matando a muchos israelitas,
1Ma 1:31  y después de saquearla la incendió y destruyó las casas y la muralla que la rodeaba.
1Ma 1:32  Sus hombres se llevaron cautivos a las mujeres y a los niños, y se apoderaron del ganado.
1Ma 1:33  Alrededor de la Ciudad de David construyeron una muralla alta y fuerte, con torres fortificadas, y la convirtieron en ciudadela.[s]
1Ma 1:34  Pusieron en ella a paganos impíos y a judíos renegados, que se fortificaron allí.
1Ma 1:35  Almacenaron armas y provisiones, y guardaron allí las cosas que habían robado en Jerusalén. Allí se pusieron al acecho.

1Ma 1:36  Fue un peligro para el santuario
y una constante amenaza[t] para Israel.

1Ma 1:37  Derramaron sangre inocente
alrededor del santuario, y lo profanaron.[u]

1Ma 1:38  Por temor a ellos huyeron los habitantes de Jerusalén;
la ciudad se convirtió en residencia de extranjeros,
sus propios hijos llegaron a ser extraños en ella
y tuvieron que abandonarla.

1Ma 1:39  El templo quedó en ruinas y desierto,
las fiestas se volvieron días de tristeza,
los sábados fueron causa de vergüenza,
y el honor de la ciudad se convirtió en ignominia.

1Ma 1:40  Como fue de grande su gloria,
así de grande fue su humillación.
Su altivez quedó convertida en tristeza.[v]
1Ma 1:41
Antíoco IV introduce cultos paganos
(2 Mac 6.1–11)
El rey publicó entonces en todo su reino un decreto que ordenaba a todos formar un solo pueblo,
1Ma 1:42  abandonando cada uno sus costumbres propias.[w] Todas las otras naciones obedecieron la orden del rey,
1Ma 1:43  y aun muchos israelitas aceptaron la religión del rey,[x] ofrecieron sacrificios a los ídolos y profanaron el sábado.
1Ma 1:44  Por medio de mensajeros, el rey envió a Jerusalén y demás ciudades de Judea decretos que obligaban a seguir costumbres extrañas en el país
1Ma 1:45  y que prohibían ofrecer holocaustos, sacrificios y ofrendas en el santuario, que hacían profanar el sábado, las fiestas,
1Ma 1:46  el santuario y todo lo que era sagrado;
1Ma 1:47  que mandaban construir altares, templos y capillas para el culto idolátrico, así como sacrificar cerdos y otros animales impuros,
1Ma 1:48  dejar sin circuncidar a los niños y mancharse con toda clase de cosas impuras y profanas,
1Ma 1:49  olvidando la ley y cambiando todos los mandamientos.
1Ma 1:50  Aquel que no obedeciera las órdenes del rey, sería condenado a muerte.

1Ma 1:51  Esta orden fue enviada por escrito a todo su reino; además, el rey nombró inspectores para todo el pueblo, y dio orden de que en cada una de las ciudades de Judea se ofrecieran sacrificios.
1Ma 1:52  Muchos judíos, traicionando la ley, acudieron a cumplir estas órdenes; con su perversa manera de proceder
1Ma 1:53  obligaron a los verdaderos israelitas a esconderse en toda clase de refugios.

1Ma 1:54  El día quince del mes de Quisleu del año ciento cuarenta y cinco,[y] el rey cometió un horrible sacrilegio,[z] pues construyó un altar pagano encima del altar de los holocaustos. Igualmente, se construyeron altares en las demás ciudades de Judea.
1Ma 1:55  En las puertas de las casas y en las calles se ofrecía incienso.
1Ma 1:56  Destrozaron y quemaron los libros de la ley que encontraron,
1Ma 1:57  y si a alguien se le encontraba un libro de la alianza de Dios,[a] o alguno simpatizaba con la ley, se le condenaba a muerte, según el decreto del rey.
1Ma 1:58  Así, usando de la fuerza, procedía esa gente mes tras mes contra los israelitas que encontraban en las diversas ciudades.

1Ma 1:59  El día veinticinco de cada mes[b] se ofrecían sacrificios en el altar pagano que estaba sobre el altar de los holocaustos.
1Ma 1:60  De acuerdo con el decreto, a las mujeres que habían hecho circuncidar a sus hijos, las mataron
1Ma 1:61  con sus niños colgados del cuello, y mataron también a sus familiares y a los que habían hecho la circuncisión.
1Ma 1:62  Sin embargo, hubo muchos israelitas que tuvieron la fuerza y el valor para negarse a comer alimentos impuros.
1Ma 1:63  Prefirieron morir antes que profanarse comiendo tales alimentos y violar la alianza sagrada;[c] y, en efecto, murieron.
1Ma 1:64  Fueron días de terribles calamidades para Israel.

09 Who is the Antichrist? - ¿Quién es el Anticristo? (with subtitles, su...

1Ma 1:1
1. Introducción (1.1-64)
Alejandro y sus sucesores[a]
Alejandro de Macedonia, hijo de Filipo, partió de su país[b] y derrotó a Darío, rey de los persas y los medos, y reinó en lugar de él; primeramente fue rey de Grecia.
1Ma 1:2  Emprendió muchas guerras, se apoderó de ciudades fortificadas, mató a varios reyes de la región,
1Ma 1:3  llegó hasta los lugares más apartados de la tierra[c] y saqueó muchas naciones. Después, toda la tierra quedó en paz bajo su dominio, y Alejandro se llenó de orgullo y soberbia.
1Ma 1:4  Luego de haber reunido un poderosísimo ejército, sometió provincias, naciones y gobernantes, y los obligó a pagarle tributo.
1Ma 1:5  Pero al fin cayó enfermo; y presintiendo que iba a morir,
1Ma 1:6  llamó a sus generales más ilustres, que se habían educado con él desde jóvenes, y antes de morir les repartió su reino.[d]
1Ma 1:7  Después de un reinado de doce años, Alejandro murió.[e]
1Ma 1:8  Entonces sus generales tomaron el poder, cada uno en su propia región,
1Ma 1:9  y tras la muerte de Alejandro fueron coronados como reyes, lo mismo que sus descendientes después de ellos, durante muchos años, y así llenaron de calamidades la tierra.
1Ma 1:10
Antíoco IV Epífanes. Se introducen costumbres paganas en Israel
(2 Mac 4.7–17)
De esa raíz salió un retoño, el malvado Antíoco Epífanes,[f] hijo del rey Antíoco, que había estado como rehén en Roma y empezó a reinar el año ciento treinta y siete de la dominación griega.[g]

1Ma 1:11  Por aquel tiempo aparecieron en Israel renegados que engañaron a muchos diciéndoles: “Hagamos un pacto con las naciones que nos rodean, porque desde que nos separamos de ellas nos han venido muchas calamidades.”[h]
1Ma 1:12  A algunos del pueblo les gustó esto,
1Ma 1:13  y se animaron a ir al rey, y este les dio autorización para seguir las costumbres paganas.
1Ma 1:14  Construyeron un gimnasio en Jerusalén, como acostumbran los paganos;[i]
1Ma 1:15  se hicieron operaciones para ocultar la circuncisión, renegando así de la alianza sagrada;[j] se unieron a los paganos[k] y se vendieron para practicar el mal.
1Ma 1:16
Campaña de Egipto y saqueo del templo de Jerusalén
(2 Mac 5.11–20)
Al ver Antíoco que su reino estaba firme, decidió apoderarse de Egipto para ser rey de los dos países.
1Ma 1:17  Así pues, invadió a Egipto con un poderoso ejército, con carros, elefantes[l] y una gran flota,
1Ma 1:18  y atacó al rey Tolomeo, el cual retrocedió ante él y huyó dejando muchos muertos en el campo.
1Ma 1:19  Antíoco ocupó las ciudades fortificadas de Egipto y saqueó el país.[m]

1Ma 1:20  Después de esta victoria sobre Egipto, en el año ciento cuarenta y tres,[n] Antíoco se puso en marcha con un poderoso ejército contra Israel, y llegó a Jerusalén.
1Ma 1:21  Entró con arrogancia en el santuario y se apoderó del altar de oro, del candelabro con todos sus accesorios,
1Ma 1:22  de la mesa para los panes sagrados, de las copas, las tazas, los cucharones de oro, el velo y las coronas, y arrancó todo el enchapado de oro que adornaba la fachada del templo.[ñ]
1Ma 1:23  Se apoderó también de la plata, el oro, los utensilios preciosos y los tesoros escondidos,[o] los cuales logró encontrar.
1Ma 1:24  Con todas esas cosas se fue a su país. También mató a mucha gente y habló con grandísima insolencia.[p]

1Ma 1:25  En todo Israel hubo una gran tristeza;

1Ma 1:26  los jefes y los ancianos lanzaban ayes de dolor,
las muchachas y los jóvenes perdieron su vigor,
desapareció la belleza de las mujeres.

1Ma 1:27  Los recién casados entonaban lamentaciones,
las novias guardaban luto, sentadas en sus alcobas.

1Ma 1:28  La tierra entera se conmovió
al ver la suerte de sus habitantes;
todo el pueblo de Jacob se vio cubierto de deshonra.
1Ma 1:29
Destrucción de Jerusalén
(2 Mac 5.21–26)
Dos años más tarde,[q] el rey envió a las ciudades de Judea a un funcionario[r] encargado de cobrar los impuestos, el cual llegó a Jerusalén con un poderoso ejército;
1Ma 1:30  con intención de engañar a los habitantes les habló en son de paz, y ellos le creyeron. Pero de repente se lanzó sobre la ciudad, descargó sobre ella un terrible golpe, matando a muchos israelitas,
1Ma 1:31  y después de saquearla la incendió y destruyó las casas y la muralla que la rodeaba.
1Ma 1:32  Sus hombres se llevaron cautivos a las mujeres y a los niños, y se apoderaron del ganado.
1Ma 1:33  Alrededor de la Ciudad de David construyeron una muralla alta y fuerte, con torres fortificadas, y la convirtieron en ciudadela.[s]
1Ma 1:34  Pusieron en ella a paganos impíos y a judíos renegados, que se fortificaron allí.
1Ma 1:35  Almacenaron armas y provisiones, y guardaron allí las cosas que habían robado en Jerusalén. Allí se pusieron al acecho.

1Ma 1:36  Fue un peligro para el santuario
y una constante amenaza[t] para Israel.

1Ma 1:37  Derramaron sangre inocente
alrededor del santuario, y lo profanaron.[u]

1Ma 1:38  Por temor a ellos huyeron los habitantes de Jerusalén;
la ciudad se convirtió en residencia de extranjeros,
sus propios hijos llegaron a ser extraños en ella
y tuvieron que abandonarla.

1Ma 1:39  El templo quedó en ruinas y desierto,
las fiestas se volvieron días de tristeza,
los sábados fueron causa de vergüenza,
y el honor de la ciudad se convirtió en ignominia.

1Ma 1:40  Como fue de grande su gloria,
así de grande fue su humillación.
Su altivez quedó convertida en tristeza.[v]
1Ma 1:41
Antíoco IV introduce cultos paganos
(2 Mac 6.1–11)
El rey publicó entonces en todo su reino un decreto que ordenaba a todos formar un solo pueblo,
1Ma 1:42  abandonando cada uno sus costumbres propias.[w] Todas las otras naciones obedecieron la orden del rey,
1Ma 1:43  y aun muchos israelitas aceptaron la religión del rey,[x] ofrecieron sacrificios a los ídolos y profanaron el sábado.
1Ma 1:44  Por medio de mensajeros, el rey envió a Jerusalén y demás ciudades de Judea decretos que obligaban a seguir costumbres extrañas en el país
1Ma 1:45  y que prohibían ofrecer holocaustos, sacrificios y ofrendas en el santuario, que hacían profanar el sábado, las fiestas,
1Ma 1:46  el santuario y todo lo que era sagrado;
1Ma 1:47  que mandaban construir altares, templos y capillas para el culto idolátrico, así como sacrificar cerdos y otros animales impuros,
1Ma 1:48  dejar sin circuncidar a los niños y mancharse con toda clase de cosas impuras y profanas,
1Ma 1:49  olvidando la ley y cambiando todos los mandamientos.
1Ma 1:50  Aquel que no obedeciera las órdenes del rey, sería condenado a muerte.

1Ma 1:51  Esta orden fue enviada por escrito a todo su reino; además, el rey nombró inspectores para todo el pueblo, y dio orden de que en cada una de las ciudades de Judea se ofrecieran sacrificios.
1Ma 1:52  Muchos judíos, traicionando la ley, acudieron a cumplir estas órdenes; con su perversa manera de proceder
1Ma 1:53  obligaron a los verdaderos israelitas a esconderse en toda clase de refugios.

1Ma 1:54  El día quince del mes de Quisleu del año ciento cuarenta y cinco,[y] el rey cometió un horrible sacrilegio,[z] pues construyó un altar pagano encima del altar de los holocaustos. Igualmente, se construyeron altares en las demás ciudades de Judea.
1Ma 1:55  En las puertas de las casas y en las calles se ofrecía incienso.
1Ma 1:56  Destrozaron y quemaron los libros de la ley que encontraron,
1Ma 1:57  y si a alguien se le encontraba un libro de la alianza de Dios,[a] o alguno simpatizaba con la ley, se le condenaba a muerte, según el decreto del rey.
1Ma 1:58  Así, usando de la fuerza, procedía esa gente mes tras mes contra los israelitas que encontraban en las diversas ciudades.

1Ma 1:59  El día veinticinco de cada mes[b] se ofrecían sacrificios en el altar pagano que estaba sobre el altar de los holocaustos.
1Ma 1:60  De acuerdo con el decreto, a las mujeres que habían hecho circuncidar a sus hijos, las mataron
1Ma 1:61  con sus niños colgados del cuello, y mataron también a sus familiares y a los que habían hecho la circuncisión.
1Ma 1:62  Sin embargo, hubo muchos israelitas que tuvieron la fuerza y el valor para negarse a comer alimentos impuros.
1Ma 1:63  Prefirieron morir antes que profanarse comiendo tales alimentos y violar la alianza sagrada;[c] y, en efecto, murieron.
1Ma 1:64  Fueron días de terribles calamidades para Israel.

Famosos Satanicos Masones Argentinos

Isa 33:1 ¡Ay, destructor, tú sin ser destruido! °
¡Ay, traidor, tú sin ser traicionado! °
Cuando ceses de destruir, tú serás destruido;
cuando te canses de traicionar, ellos te traicionará a ti. [162]
Isa 33:2  YAHWEH, muéstranos misericordia; °
hemos esperado por ti.
Sé Tú el brazo de ellos todas las mañanas,
y nuestra salvación en tiempo de aflicción. °
Isa 33:3 Al sonido del tumulto, los pueblos divagaron; °
cuando Tú te exultas, los Goyim son esparcidos.
Isa 33:4 Tu botín es recogido como si despojados por orugas; °
ellos corren sobre él como enjambre de langostas, así se burlarán de ti.
Isa 33:5  YAHWEH es exaltado, pues El habita en lo alto; °
El ha llenado a Tziyon con justicia y rectitud.[163] °
Isa 33:6 El será estabilidad en el tiempo de ustedes,
una riqueza de salvación, sabiduría y conocimiento, °
y de temor a YAHWEH, quien es su tesoro. °
Isa 33:7 ¡Oigan a sus hombres fuertes clamando por ayuda!
Los embajadores de Shalom se lamentan amargamente. °
Isa 33:8 Las carreteras están desiertas, no hay viajeros.
El ha roto su Pacto, despreciado a las ciudades;
No tiene consideración por la vida humana.
Isa 33:9 La Tierra está de luto y debilitándose.
El Levanon se está marchitando con vergüenza.
El Sharon se ha vuelto como el Aravah.
Bashan y Karmel han sido sacudidos hasta desnudarlos.
Isa 33:10 "Ahora me levantaré," dice YAHWEH,
"Ahora seré glorificado; ahora seré exaltado. °
Isa 33:11 Ustedes conciben paja y dan a luz rastrojo,
tu aliento es fuego devorándote.
Isa 33:12 Las naciones serán quemadas en,
como espinos cortados para arder en el fuego.
Isa 33:13 ¡Ustedes que viven lejos, oigan lo que he hecho! °
¡Ustedes que están cerca, reconocerán mi poder![164] °
Isa 33:14 Los pecadores en Tziyon están temerosos, °
el temblor se ha apoderado de los impíos. °
"¿Quién de nosotros puede vivir con el fuego devorador? °
¿Quién de nosotros puede vivir con el fuego eterno? °
Isa 33:15 Aquel cuya vida es justa y sus palabras rectas, °
aquel que aborrece la transgresión y la iniquidad, °
aquel que sacude sus manos y las libra de soborno, °
tapa sus oídos contra palabras de sangre °
y cierra sus ojos para no mirar al mal.
Isa 33:16 Tal persona habitará en las alturas; °
su refugio, una fortaleza entre los riscos,
su alimento y bebida en provisión continua. °
Isa 33:17 Tus ojos verán al Rey en su hermosura, °
ellos contemplarán la tierra extendida en la distancia. °
Isa 33:18 Tu alma meditará en el terror:
"¿Dónde está el escriba?
¿Dónde está el recibidor de tributo?
¿Dónde está el hombre que enumeró las torres?
Isa 33:19 No verás al pueblo intransigente,
ese pueblo cuya lengua es tan oscura,
que balbucea una lengua que no puedes entender.
Isa 33:20 Contempla a Tziyon, la ciudad de nuestras festividades; °
tus ojos verán a Yerushalayim, una morada segura, °
las sukkot que no serán removidas, °
cuyas estacas nunca serán arrancadas
ni sus cuerdas tirantes serán cortadas.[165] °
Isa 33:21 Pero allí en su esplendor, YAHWEH estará con nosotros,
en un lugar de ríos y arroyos anchos.
Pero ninguna barca de remos irá por allí,
ningún barco majestuoso pasará cerca.
Isa 33:22 Porque YAHWEH es nuestro juez, YAHWEH es nuestro legislador, °
YAHWEH es nuestro Rey. El nos salvará.[166] °
Isa 33:23 Porque tus cuerdas están colgando flojas,
no aseguran al mástil, ni tensan la vela.
Entonces el botín compartido es tan enorme,
que hasta los lisiados toman parte del despojo.
Isa 33:24 Ningún habitante dirá: "Estoy enfermo"; °
El pueblo habitando allí le será perdonado su pecado. °

Deu 4:23 Cuídense de ustedes mismos, para que no olviden el Pacto de YAHWEH su Elohim, el cual El hizo con ustedes, y se hagan una imagen tallada, una representación de nada prohibido a ustedes por YAHWEH su Elohim. Deu 4:24 Porque YAHWEH su Elohim es fuego consumidor, un Elohim celoso.[11] Deu 4:25 "Cuando ustedes ya hayan tenido hijos y nietos, hayan vivido un largo tiempo en La Tierra, se hayan corrompido y hayan hecho una imagen tallada, una representación de algo, y así hayan hecho lo que es maldito a los ojos de YAHWEH su Elohim y lo hayan provocado; Deu 4:26 yo pongo hoy al cielo y la tierra que sean testigos contra ustedes que rápidamente desaparecerán de La Tierra a la cual están cruzando el Yarden para poseer. Ustedes no prolongarán sus días allí sino que serán completamente destruidos. Deu 4:27 YAHWEH los esparcirá entre los pueblos; y entre las naciones que YAHWEH los llevará lejos, ustedes quedarán pocos en números.[12] Deu 4:28 Allá servirán dioses que son el producto de manos humanas, hechos de madera y de piedra, cuales no pueden ver, oír, comer ni oler. Deu 4:29 Sin embargo, desde allá ustedes buscarán a YAHWEH su Elohim; y lo encontrarán si lo buscan con todo su corazón y ser. Deu 4:30 En la aflicción de ustedes, cuando todas estas cosas hayan caído sobre ustedes, en el ajarit-hayamim, ustedes regresarán a YAHWEH y escucharán lo que El dice; Deu 4:31 porque YAHWEH su Elohim es un Elohim misericordioso. El no les fallará, ni los destruirá, ni se olvidará del Pacto con sus padres el cual El juró a ellos.[13] Deu 4:32 "De cierto, indaguen acerca del pasado, antes de que ustedes nacieran; desde el día que Elohim creó a los seres humanos en la tierra, desde un extremo del cielo hasta el otro, ¿ha habido algo tan maravilloso como esto? ¿Ha oído alguien algo como esto? Deu 4:33 ¿Algún otro pueblo ha oído la voz de Elohim hablando desde el fuego, como ustedes han oído, y permanecen vivos? Deu 4:34 ¿O ha tratado Elohim ir y tomar para sí una nación de las mismas entrañas de otra nación, por medios de pruebas penosas, señales, maravillas, guerra, una mano poderosa, un brazo extendido[14] y grandes terrores – como todo lo que YAHWEH su Elohim hizo por ustedes en Mitzrayim delante de sus propios ojos? Deu 4:35 Esto fue mostrado a ustedes, para que supieran que YAHWEH es Elohim, y no hay otro aparte de El. Deu 4:36 Desde el cielo El causó que ustedes oyeran su voz, para instruirlos; y en la tierra El causó que ustedes vieran su gran fuego; y ustedes oyeron sus propias palabras saliendo del fuego.[15] Deu 4:37 Porque El amó a sus padres, escogió a su zera después de ellos y los sacó a ustedes de Mitzrayim con su presencia y gran poder, Deu 4:38 para echar delante de ustedes naciones mayores y más fuertes que ustedes, para que El los pudiera traer y darles la tierra de ellos como herencia, como es el caso hoy; Deu 4:39 sepan hoy, y establezcan en su corazón, que YAHWEH es Elohim en el cielo arriba y en la tierra abajo – no hay otro. Deu 4:40 Por lo tanto, ustedes guardarán sus leyes y mitzvot los cuales yo les estoy dando hoy, para que les vaya bien y a sus hijos después de ustedes, y prolongarán sus días en La Tierra que YAHWEH su Elohim les está dando para siempre." Deu 4:41 Entonces Moshe separó tres ciudades en el lado este del Yarden, hacia donde sale el sol, Deu 4:42 para donde un homicida pudiera huir, esto es, alguien que mate por error a una persona a quien no odiaba previamente, y al huir a una de estas ciudades pueda vivir allí. Deu 4:43 Las ciudades fueron Betzer en el desierto, en las llanuras, para los Reuveni; Ramot en Gilead para los Gadi; y Golan en Bashan para los Menashi. Deu 4:44 Esta es la Toráh que Moshe puso delante de los hijos de Yisra'el – Deu 4:45 estas son las instrucciones, leyes y estatutos que Moshe presentó a los hijos de Yisra'el después que habían salido de Mitzrayim – Deu 4:46 del otro lado del Río Yarden, en el valle frente a Beit-Peor, en la tierra de Sijon rey de los Emori, quien vivía en Heshbon, a quien Moshe y los hijos de Yisra'el derrotaron cuando salieron de Mitzrayim; Deu 4:47 y tomaron posesión de su tierra y de la tierra de Og rey de Bashan, dos reyes de los Emori, que estaban del otro lado del Yarden hacia la salida de sol; Deu 4:48 desde Aroer en el borde del Valle Arnon hasta el Monte Sion, esto es, Monte Hermon, Deu 4:49 con todo el Aravah más allá del Yarden hacia el este, hasta el Mar Muerto al pie de la cordillera de Pisgah.Top Tracks for Juanita Bynum (lista de reproducción)

marcos brunet (lista de reproducción)

Éxo 3:1
Dios llama a Moisés
Moisés cuidaba las ovejas de su suegro Jetró, que era sacerdote de Madián, y un día las llevó a través del desierto y llegó hasta el monte de Dios, que se llama Horeb.[a]
Éxo 3:2  Allí el ángel del Señor[b] se le apareció en una llama de fuego, en medio de una zarza. Moisés se fijó bien y se dio cuenta de que la zarza ardía con el fuego, pero no se consumía.
Éxo 3:3  Entonces pensó: “¡Qué cosa tan extraña! Voy a ver por qué no se consume la zarza.”

Éxo 3:4  Cuando el Señor vio que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza:
—¡Moisés! ¡Moisés!
—Aquí estoy —contestó Moisés.

Éxo 3:5  Entonces Dios le dijo:
—No te acerques. Y descálzate,[c] porque el lugar donde estás es sagrado.

Éxo 3:6  Y añadió:
—Yo soy el Dios de tus antepasados. Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.[d]
Moisés se cubrió la cara,[e] pues tuvo miedo de mirar a Dios,
Éxo 3:7  pero el Señor siguió diciendo:
—Claramente he visto cómo sufre mi pueblo que está en Egipto. Los he oído quejarse por culpa de sus capataces, y sé muy bien lo que sufren.
Éxo 3:8  Por eso he bajado, para salvarlos del poder de los egipcios; voy a sacarlos de ese país y a llevarlos a una tierra grande y buena, donde la leche y la miel corren como el agua.[f] Es el país donde viven los cananeos, los hititas, los amorreos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos.[g]
Éxo 3:9  Mira, he escuchado las quejas de los israelitas, y he visto también que los egipcios los maltratan mucho.
Éxo 3:10  Por lo tanto, ponte en camino, que te voy a enviar ante el faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas.[h]

Éxo 3:11  Entonces Moisés le dijo a Dios:
—¿Y quién soy yo[i] para presentarme ante el faraón y sacar de Egipto a los israelitas?

Éxo 3:12  Y Dios le contestó:
—Yo estaré contigo,[j] y esta es la señal de que yo mismo te envío: cuando hayas sacado de Egipto a mi pueblo, todos ustedes me adorarán en este monte.[k]

Éxo 3:13  Pero Moisés le respondió:
—El problema es que si yo voy y les digo a los israelitas: ‘El Dios de sus antepasados[l] me ha enviado a ustedes,’ ellos me van a preguntar: ‘¿Cómo se llama?’[m] Y entonces, ¿qué les voy a decir?

Éxo 3:14  Y Dios le contestó:
—YO SOY EL QUE SOY.[n] Y dirás a los israelitas: ‘YO SOY[ñ] me ha enviado a ustedes.’

Éxo 3:15  Además, Dios le dijo a Moisés:
—Di también a los israelitas: ‘El Señor,[o] el Dios de los antepasados de ustedes, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me ha enviado a ustedes.’ Este es mi nombre eterno; este es mi nombre por todos los siglos.
Éxo 3:16  Anda, reúne a los ancianos[p] de Israel y diles: ‘El Señor, el Dios de sus antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo que ha puesto su atención[q] en ustedes, y que ha visto el trato que les dan en Egipto.
Éxo 3:17  También me dijo que los va a librar de los sufrimientos en Egipto, y que los va a llevar al país de los cananeos, hititas, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos; a una tierra donde la leche y la miel corren como el agua.’
Éxo 3:18  Los ancianos te harán caso; entonces tú irás con ellos a ver al rey de Egipto, y le dirás: ‘El Señor, el Dios de los hebreos, ha salido a nuestro encuentro. Por lo tanto, déjanos ir al desierto, a una distancia de tres días de camino, a ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios.’
Éxo 3:19  Sin embargo, yo sé muy bien que el rey de Egipto no los dejará salir, si no es por la fuerza.[r]
Éxo 3:20  Por lo tanto, yo mostraré mi poder y heriré de muerte a los egipcios con todas las cosas asombrosas que haré en su país; después de eso el faraón los dejará salir.
Éxo 3:21  Además, yo haré que los israelitas se ganen la buena voluntad de los egipcios, de modo que cuando salgan no se vayan con las manos vacías.
Éxo 3:22  Cada mujer pedirá a su vecina, o a cualquier otra mujer que viva con ella, que le dé objetos de plata y de oro, y vestidos, con los que ustedes vestirán a sus hijos e hijas, despojando así a los egipcios de todo lo que tengan.[s]

marcos brunet (lista de reproducción)


Juan 1:1
I. EL HIJO DE DIOS VIENE AL MUNDO. REVELACIÓN Y RESPUESTA (1–12)
Prólogo[a]
En el principio ya existía la Palabra;[b] y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios.
Jua 1:2  Él estaba en el principio con Dios.
Jua 1:3  Por medio de él, Dios hizo todas las cosas; nada de lo que existe fue hecho sin él.[c]
Jua 1:4  En él estaba la vida,[d] y la vida era la luz de la humanidad.[e]
Jua 1:5  Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla.[f]

Jua 1:6  Hubo un hombre llamado Juan,[g] a quien Dios envió
Jua 1:7  como testigo, para que diera testimonio de la luz y para que todos creyeran por lo que él decía.[h]
Jua 1:8  Juan no era la luz, sino uno enviado a dar testimonio de la luz.
Jua 1:9  La luz verdadera que alumbra a toda la humanidad venía a este mundo.[i]

Jua 1:10  Aquel que es la Palabra estaba en el mundo; y, aunque Dios hizo el mundo por medio de él, los que son del mundo no lo reconocieron.[j]
Jua 1:11  Vino a su propio mundo, pero los suyos no lo recibieron.
Jua 1:12  Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él,[k] les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios.
Jua 1:13  Y son hijos de Dios,[l] no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado.[m]

Jua 1:14  Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió[n] entre nosotros. Y hemos visto su gloria,[ñ] la gloria que recibió del Padre, por ser su Hijo único, abundante en amor y verdad.
Jua 1:15  Juan dio testimonio de él, diciendo: “Este es aquel a quien yo me refería cuando dije que el que viene después de mí es más importante que yo, porque existía antes que yo.”[o]

Jua 1:16  De su abundancia todos hemos recibido un don en vez de otro;[p]
Jua 1:17  porque la ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor y la verdad se han hecho realidad por medio de Jesucristo.[q]
Jua 1:18  Nadie ha visto jamás a Dios;[r] el Hijo único, que es Dios y que vive en íntima comunión con el Padre, es quien nos lo ha dado a conocer.[s]

Jua 1:19
1. Revelación de Jesús con hechos y palabras: respuesta de fe (1.19—3.36)
Juan el Bautista da testimonio de Jesucristo
(Mt 3.11–12; Mc 1.7–8; Lc 3.15–17)
Este es el testimonio de Juan, cuando las autoridades judías[t] enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle a Juan quién era él.
Jua 1:20  Y él confesó claramente:
—Yo no soy el Mesías.

Jua 1:21  Le volvieron a preguntar:
—¿Quién eres, pues? ¿El profeta Elías?[u]
Juan dijo:
—No lo soy.
Ellos insistieron:
—Entonces, ¿eres el profeta que ha de venir?[v]
Contestó:
—No.

Jua 1:22  Le dijeron:
—¿Quién eres, pues? Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué nos puedes decir de ti mismo?

Jua 1:23  Juan les contestó:
—Yo soy una voz que grita en el desierto: ‘Abran un camino derecho para el Señor’, tal como dijo el profeta Isaías.[w]

Jua 1:24  Los que fueron enviados por los fariseos a hablar con Juan,
Jua 1:25  le preguntaron:
—Pues si no eres el Mesías, ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas?

Jua 1:26  Juan les contestó:
—Yo bautizo con agua; pero entre ustedes hay uno que no conocen
Jua 1:27  y que viene después de mí. Yo ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias.[x]

Jua 1:28  Todo esto sucedió en el lugar llamado Betania,[y] al otro lado del río Jordán, donde Juan estaba bautizando.
Jua 1:29
Jesús, el Cordero de Dios
Al día siguiente, Juan vio a Jesús, que se acercaba a él, y dijo: “¡Miren, ese es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo![z]
Jua 1:30  A él me refería yo cuando dije: ‘Después de mí viene uno que es más importante que yo, porque existía antes que yo.’[a]
Jua 1:31  Yo mismo no sabía quién era; pero he venido bautizando con agua precisamente para que el pueblo de Israel lo conozca.”

Jua 1:32  Juan también declaró: “He visto al Espíritu Santo bajar del cielo como una paloma, y reposar sobre él.
Jua 1:33  Yo todavía no sabía quién era; pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que el Espíritu baja y reposa, es el que bautiza con Espíritu Santo.’[b]
Jua 1:34  Yo ya lo he visto, y soy testigo de que es el Hijo de Dios.”[c]
Jua 1:35
Los primeros discípulos de Jesús
Al día siguiente, Juan estaba allí otra vez con dos de sus seguidores.[d]
Jua 1:36  Cuando vio pasar a Jesús, Juan dijo:
—¡Miren, ese es el Cordero de Dios!

Jua 1:37  Los dos seguidores de Juan lo oyeron decir esto, y siguieron a Jesús.
Jua 1:38  Jesús se volvió, y al ver que lo seguían les preguntó:
—¿Qué están buscando?
Ellos dijeron:
—Maestro, ¿dónde vives?

Jua 1:39  Jesús les contestó:
—Vengan a verlo.
Fueron, pues, y vieron dónde vivía, y pasaron con él el resto del día, porque ya eran como las cuatro de la tarde.

Jua 1:40  Uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús, era Andrés, hermano de Simón Pedro.
Jua 1:41  Al primero que Andrés se encontró fue a su hermano Simón, y le dijo:
—Hemos encontrado al Mesías (que significa: Cristo).[e]

Jua 1:42  Luego Andrés llevó a Simón a donde estaba Jesús;[f] cuando Jesús lo vio, le dijo:
—Tú eres Simón, hijo de Juan, pero tu nombre será Cefas (que significa: Pedro).[g]
Jua 1:43
Jesús llama a Felipe y a Natanael
Al día siguiente, Jesús decidió ir a la región de Galilea. Encontró a Felipe, y le dijo:
—Sígueme.

Jua 1:44  Este Felipe era del pueblo de Betsaida, de donde eran también Andrés y Pedro.
Jua 1:45  Felipe fue a buscar a Natanael, y le dijo:
—Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en los libros de la ley, y de quien también escribieron los profetas.[h] Es Jesús, el hijo de José,[i] el de Nazaret.

Jua 1:46  Dijo Natanael:
—¿Acaso de Nazaret puede salir algo bueno?
Felipe le contestó:
—Ven y compruébalo.[j]

Jua 1:47  Cuando Jesús vio acercarse a Natanael, dijo:
—Aquí viene un verdadero israelita, en quien no hay engaño.

Jua 1:48  Natanael le preguntó:
—¿Cómo es que me conoces?
Jesús le respondió:
—Te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera.[k]

Jua 1:49  Natanael le dijo:
—Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios,[l] tú eres el Rey de Israel![m]

Jua 1:50  Jesús le contestó:
—¿Me crees solamente porque te he dicho que te vi debajo de la higuera? Pues vas a ver cosas más grandes que estas.

Jua 1:51  También dijo Jesús:
—Les aseguro que ustedes verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.[n]

Tomame En Tus Brazos - Abel Zavala

Miq 1:1
I. JUICIO DE DIOS SOBRE SAMARIA, DENUNCIAS Y AMENAZAS CONTRA JERUSALÉN Y LAS CIUDADES DE JUDÁ, Y ACUSACIONES CONTRA LAS CLASES DIRIGENTES (1–3)
Juicio de Dios sobre Samaria
Este es el mensaje que el Señor dirigió a Miqueas de Moréset[a] y lo que por revelación le comunicó acerca de Samaria y Jerusalén,[b] en el tiempo en que Jotam, Ahaz y Ezequías[c] reinaban en Judá.[d]

Miq 1:2  Pueblos todos, escuchen esto;
habitantes de todo el país, pongan atención:
El Señor, desde su santo templo,
va a ser testigo contra ustedes.

Miq 1:3  El Señor saldrá del lugar donde habita[e]
y vendrá caminando sobre las cumbres de los montes.

Miq 1:4  Debajo de sus pies se fundirán los montes
como cera puesta al fuego,[f]
y los valles se abrirán en dos
como cortados por las aguas de un torrente.

Miq 1:5  Todo esto por la rebeldía del pueblo de Jacob,
por los pecados del reino de Israel.[g]
¿Dónde está la rebeldía de Jacob?
¡En el pueblo de Samaria!
¿Y dónde los santuarios paganos de Judá?[h]
¡En la misma Jerusalén!

Miq 1:6  Por eso dice el Señor:
“Haré de la ciudad de Samaria un montón de ruinas,[i]
un campo abierto donde plantar viñedos.
Esparciré por el valle las piedras de la ciudad
y pondré al descubierto sus cimientos.

Miq 1:7  Todos sus ídolos quedarán hechos pedazos,
y quemados todos sus troncos sagrados.[j]
Puesto que fueron hechos con dinero de prostitutas,[k]
en dinero de prostitutas los convertiré otra vez.”[l],[m]
Miq 1:8
Lamento de Miqueas
Por eso lloraré con profunda tristeza;
por eso andaré descalzo y desnudo,[n]
aullando como un chacal
y gritando como un pollo de avestruz.[ñ]

Miq 1:9  Porque la herida de Samaria es incurable:
ha alcanzado a Judá
y ha llegado hasta Jerusalén,
la ciudad donde vive mi pueblo.

Miq 1:10  No digan esto a los habitantes de Gat;[o]
no se echen a llorar.
Revuélquense de dolor
entre el polvo de Bet-le-afrá.[p]

Miq 1:11  ¡Habitantes de Safir, vayan al destierro,
desnudos y llenos de vergüenza!
¡No saldrán los que viven en Zaanán!
¡Hay llanto[q] en Bet-ésel,
y ustedes van a quedar sin su apoyo!

Miq 1:12  Los que viven en Marot[r] se retuercen de dolor ansiando sentirse bien,
porque el Señor ha hecho que el mal llegue
a las puertas mismas de Jerusalén.

Miq 1:13  Ustedes, habitantes de Laquis,[s]
que fueron rebeldes como Israel,
que fueron la causa del pecado de Sión,
enganchen caballos a sus carros.

Miq 1:14  Despídanse para siempre de Moréset-gat.
La ciudad de Aczib[t] servirá de trampa
a los reyes de Israel.

Miq 1:15  El Señor dice:
“Contra ustedes, los que viven en Maresá,[u]
enviaré de nuevo un conquistador,
y lo más escogido de Israel
irá a meterse en la cueva de Adulam.[v]

Miq 1:16  Y tú, ciudad de Sión,[w]
rápate la cabeza en señal de dolor,[x]
a causa de los hijos que tanto amas.
Rápate hasta quedar calva como un buitre,
porque tus hijos van a ser llevados al destierro.”[y]